Problemas de comunicación, diferencias en la accesibilidad a los programas informáticos o una gran diversidad en materia profesional a nivel territorial son algunas de las cuestiones que los inspectores médicos y farmacéuticos de servicios sanitarios han puesto sobre la mesa este jueves en el transcurso…
Problemas de comunicación, diferencias en la accesibilidad a los programas informáticos o una gran diversidad en materia profesional a nivel territorial son algunas de las cuestiones que los inspectores médicos y farmacéuticos de servicios sanitarios han puesto sobre la mesa este jueves en el transcurso de la Jornada FAISS, celebrada en Madrid. El acto, bajo el lema “Variabilidad en el visado de inspección. Problemas y soluciones pensando en el paciente”, ha estado presentado por el presidente de la Federación, Luis Garrido.
Para conocer la situación actual del visado de prescripción e intentar alcanzar un protocolo o consenso, representantes de la mayoría de autonomías han comparado los diferentes aspectos implicados en el proceso de cada comunidad, y han analizado algunos de los más relevantes, como la forma de desarrollar la inspección o el profesional que la lleva a cabo. Lo han hecho desde la vertiente del paciente, y entre los principales problemas que se han encontrado destaca la gran variabilidad en cuanto a receta y visado electrónicos entre unas comunidades y otras, e incluso entre diferentes provincias dentro de una misma comunidad. “Hay CC.AA. que llevan muchos años con visado electrónico, mientras que otras están empezando o a medias”, señala Rafael Peñalver, uno de los moderadores de la Jornada. En su opinión, las grandes diferencias respecto al desarrollo informático del proceso de visado generan serios problemas de comunicación, y conlleva que las cargas de trabajo sean más elevadas en unos lugares que en otros.
En lo referente a los profesionales, bien sean especialistas o de Atención Primaria, los inspectores sanitarios les reclaman un mayor conocimiento del visado. “Hemos comprobado que estos muchas veces no tienen formación de lo que es el visado. Es un problema fundamental”, apunta Peñalver, y añade, respecto a otro de los problemas que los inspectores reunidos han manifestado percibir: “el Ministerio de Sanidad no actualiza los productos que entran o que se retiran, ni les ofrece información sobre determinadas instrucciones y fichas técnicas que deberían estar más actualizadas”.
Todas estas cuestiones fueron expuestas por los representantes de cada asociación en un debate participativo celebrado durante el encuentro, tras el cual, y en base a las deficiencias detectadas, se plantearon una serie de propuestas y conclusiones que serán recogidas para su difusión en un futuro documento.
Ejemplo de consenso
Durante el acto, Javier Marco, de la Asociación de Inspección de Servicios Sanitarios de la Comunitat Valenciana, presentó la “Guía para la prescripción y visado de antidiabéticos”, un documento de consenso llevado a cabo en esta comunidad por representantes de diferentes sociedades científicas, e impulsado por dicha Asociación junto a la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, con el objetivo de establecer un procedimiento de comunicación y toma de decisiones de todos los implicados en la atención al paciente. “La Guía pretende poner de acuerdo a prescriptores e inspectores que realizan el visado para evitar contratiempos al paciente”, explica Marcos. “Ha sido un proceso que nos ha ayudado a ponernos de acuerdo, a actualizar los conocimientos a nivel científico y nos ha aportado amparo legal a todos, al estar avalado por las sociedades científicas y la Conselleria. Ha aportado consenso donde antes había, a veces, discusión y mala interpretación”.