Los medicamentos innovadores son una inversión rentable tanto en términos económicos como desde una perspectiva social. Esta es la idea que ha querido recordar Farmaindustria a raíz de la publicación de nuevos datos que ponen de relieve cómo los medicamentos innovadores son causa directa del aumento de la esperanza de vida.
Según el estudio The impact of new drug launches on longevity: evidence from longitudinal desease-level data from 52 countries, 1982-2001, en apenas dos décadas la esperanza de vida aumentó 1,96 años, de los que el 40,3 por ciento es atribuible directamente al consumo de nuevos fármacos. Un trabajo más reciente, Pharmaceutical innovation and longevity growth in 30 developing and high-income countries, 2000-2009, desvela que, en países desarrollados, la responsabilidad directa de los medicamentos innovadores en la última década es del 73 por ciento (1,27 sobre 1,74 años de aumento de esperanza de vida).
Asimismo, junto a la evidencia de la aportación en términos de salud que genera el uso de medicamentos innovadores, hay mucha información sobre el efecto que tienen los fármacos en la generación de eficiencias para el funcionamiento de los sistemas sanitarios y el impacto positivo sobre la sostenibilidad.
Para reforzar esta idea solo basta con mirar los datos de las campañas de vacunación. Así, en el caso concreto de las campañas europeas de vacunación antigripal se estima que las mismas suponen un ahorro de alrededor de 150 millones de euros por temporada en costes sanitarios y evitan más de 1,6 millones de casos de gripe, unas 700.000 visitas médicas y más de 45.000 hospitalizaciones. Otro ejemplo sería la enfermedad cardiovascular, en la que la introducción de medicamentos innovadores en el área de la OCDE, y según datos de 2004, redujo el gasto sanitario per cápita en un 23 por ciento, incluida una reducción del 40 por ciento en el coste de hospitalización per cápita.
Impacto por patologías
Si bien estos datos hablan del impacto global a la población, desde Farmaindustria también han querido analizar el impacto en la esperanza y calidad de vida de los medicamentos innovadores según las diferentes patologías. Empezando por la diabetes, las terapias disponibles permiten al enfermo controlar con sencillez su condición y han reducido la mortalidad hasta un 30 por ciento. Incluso han limitado la probabilidad de sufrir comorbilidades. Es igualmente reseñable que la mortalidad de pacientes con insuficiencia cardíaca se ha reducido en más de un 60 por ciento en los últimos 30 años gracias a los nuevos medicamentos. En esta línea, en hepatitis C, el descubrimiento y aplicación de los agentes antivirales directos permite ya la curación de más del 95 por ciento de los enfermos y se lucha incluso por la erradicación de la enfermedad.
Ante estas cifras desde Farmaindustria se concluye que se debería ahondar en el enfoque del gasto en medicamentos como inversión y, a la luz de ello, la comprobación de sus notables efectos positivos no sólo sobre la salud sino también sobre la sostenibilidad de los sistemas sanitarios en particular y sobre la economía en general debería servir para orientar la toma de decisiones en el ámbito de la política sanitaria en el futuro inmediato.
Los medicamentos innovadores han permitido aumentar la esperanza de vida en 1,27 años
No solo mejoran la calidad y esperanza de vida, sino que también hay datos que contrastan cómo mejoran la inversión en Sanidad
El Médico Interactivo
18 de marzo 2019. 2:00 pm