Los pacientes con fibrilación auricular (FA) que tomaron dosis bajas de medicamentos anticoagulantes conocidos como anticoagulantes orales directos (ACOD) experimentaron más episodios de sangrado durante los primeros tres meses de tratamiento y aproximadamente uno de cada cinco tuvo niveles elevados de los medicamentos en sangre,…
Los pacientes con fibrilación auricular (FA) que tomaron dosis bajas de medicamentos anticoagulantes conocidos como anticoagulantes orales directos (ACOD) experimentaron más episodios de sangrado durante los primeros tres meses de tratamiento y aproximadamente uno de cada cinco tuvo niveles elevados de los medicamentos en sangre, en comparación con pacientes similares que tomaron dosis estándar de los mismos medicamentos, según un estudio publicado en ‘Blood Advances’ por investigadores de la Fundación de Anticoagulación Arianna en Bolonia (Italia).
Los pacientes con FA, un tipo común de arritmia o ritmo cardíaco irregular, enfrentan un riesgo cinco veces mayor de sufrir un accidente cerebrovascular y, por lo tanto, a menudo se les recetan medicamentos anticoagulantes para retardar la coagulación sanguínea. Para reducir el riesgo de hemorragias no deseadas y, a veces, peligrosas, y otros efectos adversos asociados con estos medicamentos, los médicos pueden optar por recetar dosis más bajas a los pacientes considerados de alto riesgo de hemorragia. En Estados Unidos, la FA afecta a hasta 6 millones de personas y provoca unas 450.000 hospitalizaciones al año. El riesgo de FA aumenta con la edad.
'Encontramos que el 58% de las complicaciones hemorrágicas ocurrieron en pacientes tratados con dosis bajas de ACOD', apunta Gualtiero Palareti, de la Fundación de Anticoagulación Arianna en Bolonia, Italia, y coordinador del estudio, quien señala que las personas con FA a menudo necesitan estos medicamentos de por vida. 'El uso de dosis bajas no sólo no redujo el riesgo de hemorragia, sino que tampoco evitó que los pacientes desarrollaran niveles elevados del medicamento en la sangre'.
En Estados Unidos y Europa están aprobados cuatro ACOD: apixabán, dabigatrán, edoxabán y rivaroxabán. Los ACOD se recetan en dosis fijas según la edad, el peso y otras condiciones de salud del paciente. Para reducir el riesgo de complicaciones de sangrado y coagulación de la sangre, los médicos pueden recetar dosis más bajas de los medicamentos a pacientes mayores o que tienen otras condiciones de salud que podrían aumentar su riesgo de sufrir estas complicaciones.
Los estudios observacionales han demostrado que los pacientes con FA que son tratados con ACOD tienen menos accidentes cerebrovasculares y coágulos de sangre que los pacientes con FA que son tratados con warfarina, un medicamento anticoagulante más antiguo.
A diferencia de la warfarina, la mayoría de los pacientes tratados con ACOD no se someten a pruebas periódicas para medir los niveles del medicamento en sangre. Sin embargo, estudios recientes han sugerido que los niveles sanguíneos de DOAC pueden variar considerablemente entre pacientes y que niveles demasiado bajos o demasiado altos pueden aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos y episodios de sangrado en los pacientes.
El doctor Palareti y su equipo diseñaron el estudio Medir y Ver, o MAS, para examinar si existía una relación entre los niveles sanguíneos de ACOD, medidos poco después de iniciar los medicamentos para tratar la FA y la aparición de coágulos sanguíneos y episodios hemorrágicos. En un artículo publicado en ‘Blood Advances’ en abril, informaron que los pacientes con los niveles más bajos de su medicamento DOAC en sangre, medidos poco después de iniciar el tratamiento, experimentaron la mayor cantidad de coágulos de sangre durante un período de seguimiento de un año. El estudio actual, por su parte, analizó la relación entre los niveles sanguíneos medidos de ACOD y los eventos hemorrágicos.