Los pacientes piden el fin de la subasta de medicamentos andaluza

La subasta de medicamentos andaluza ha sido protagonista de diversos debates en el entorno de la política, pero ahora los que ponen el foco en la misma son sobre todo propios pacientes, que se posicionan claramente en contra de la misma y piden que se termine con este modelo. Así lo han manifestado en un debate organizado por el Club Financiero Antares, en el que se han reunido representantes de del Foro Andaluz de Pacientes, de la Alianza General de Pacientes y de la Asociación de Pacientes Anticoagulados y Coronarios de Málaga, que han remitido su queja a responsables políticos de Partido Popular y Ciudadanos en Andalucía. Ya a comienzos de años existían quejas por parte de los pacientes respecto a problemas de desabastecimiento e incluso el Defensor del Pueblo Español ponía en entredicho la fiabilidad de la misma. Pese a ello, los datos que ofrece la Junta de Andalucía es que el actual sistema ha ahorrado alrededor de 413 millones de euros en 10 convocatorias. Ante estos datos, tanto Remedios Gómez Cabello, presidenta del Foro Andaluz de Pacientes, como Antonio Bernal, presidente de la Alianza General de Pacientes, y María Victoria Martín, presidenta de la Asociación de Pacientes Anticoagulados y Coronarios de Málaga, señalaron durante el debate que no ven “un beneficio económico claro”, y que, en todo caso, echan en falta “que estos ahorros se vean reflejados en las cuentas del Servicio Andaluz de Salud”. En cuanto a los problemas de abastecimiento, las asociaciones de pacientes pusieron cifras concretas, y es que según la Asociación de Farmacéuticos de Andalucía (Afaran), aproximadamente el 46 por ciento de los fármacos que entran en subasta tendría problemas habituales de abastecimiento. Para las asociaciones de pacientes, estos desabastecimientos pueden llevar a confusiones graves, sobre todo en pacientes crónicos, de edad avanzada y polimedicados, al cambiar el envase, la forma o el color del medicamento. También consideran que están generando problemas muy importantes en la adherencia al tratamiento. “La situación es terrible. Los pacientes se lían con tanto cambio y no se toman su medicación”, relataba Gómez Cabello. A esta idea,  Martín añadía que  “cuando se trata de pacientes anticoagulados la diferencia entre no tomarse un medicamento o equivocarse y tomarse dos puede derivar en problemas tan serios como un ictus o una hemorragia”. La respuesta política Ante esta situación, la respuesta de los diferentes grupos políticos era diversa. Por su parte, Catalina García Carrasco, portavoz en la Comisión de Sanidad del Partido Popular (PP), argumentaba que  el desabastecimiento, en realidad,  es algo que viene ocurriendo desde que se instauró el sistema, en el año 2012. Igualmente insistía en que gracias a este sistema “no sólo se ha roto ese círculo de confianza entre el paciente, el médico y el farmacéutico, sino que al final, el supuesto ahorro que se propuso la Junta se ha convertido en un sobrecoste, por el gasto sanitario extra que genera”. Por otra parte, Isabel Albás, portavoz en la Comisión de Sanidad de Ciudadanos, señalaba que en cuanto a los supuestos ahorros, no ha habido una información clara por parte de la Junta para saber “dónde se han visto reflejados”. Es por ello que manifestaba que su preocupación es que “esta  forma de compra de medicamentos,  rompe la unidad de mercado”, algo preocupante ya que  “entendemos que los andaluces somos iguales y tenemos que tener acceso a los mismos medicamentos que el resto de los españoles”. A modo de conclusión, Albás esperaba que en el próximo debate andaluz los grupos políticos “hablemos y dialoguemos  para buscar una alternativa que beneficie tanto a los andaluces como al resto de los españoles”.