La Sociedad Española de Pediatría Hospitalaria lanza este mensaje durante la celebración de su cuarta reunión, enmarcada en el 67º Congreso Nacional de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que se celebra en Burgos del 6 al 8 de junio
La humanización de los cuidados sanitarios y la adopción de un modelo de hospitalización centrado en el paciente ayuda a mejorar los resultados en salud de los niños, su calidad de vida y la de sus familias. En este mensaje han puesto el foco los…
La humanización de los cuidados sanitarios y la adopción de un modelo de hospitalización centrado en el paciente ayuda a mejorar los resultados en salud de los niños, su calidad de vida y la de sus familias. En este mensaje han puesto el foco los pediatras hospitalarios que integran la Sociedad Española de Pediatría Hospitalaria (SEPHO), durante la celebración de su cuarta reunión, enmarcada en el 67º Congreso Nacional de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que se celebra en Burgos del 6 al 8 de junio.
“Los profesionales hospitalarios tenemos que desaprender algunas de las lecciones que aprendimos en la universidad y adaptarnos al cambio de paradigma social que estamos viviendo. Practicar un modelo afectivo— efectivo de la medicina y la asistencia sanitaria ya no es solo una filosofía. Hoy, existen evidencias científicas que apoyan de forma firme y clara que un entorno adaptado a las necesidades de estos pacientes pediátricos es capaz de influir muy positivamente en el proceso y la evolución de su enfermedad”, ha señalado Juan José García, presidente de la AEP.
Además, el presidente de esta sociedad científica ha recordado que, para que cualquier modelo de asistencia centrado en el paciente pediátrico funcione, el propio niño y su familia deben tener un papel participativo en la estrategia terapéutica y médica que se determine. “Los padres y los menores que han alcanzado cierto grado de madurez están muy preparados para tomar conciencia y no huir de la responsabilidad y la toma de decisiones. Lo único que necesitan por nuestra parte es que estemos disponibles para explicar, argumentar y resolver las dudas que se puedan plantear”, apunta.
Por último, respecto a la información que el paciente recibe, García ha añadido: “no podemos cambiar el mundo en el que vivimos, la información está ahí y es inevitable que la consulten y busquen lo que necesiten. Por eso, los profesionales debemos contrastar y analizar el grado de veracidad de las informaciones y de las fuentes que consultan nuestros pacientes y sus familiares con el propósito de evitar que los bulos sobre las enfermedades influyan a la hora de decidir entre una opción de tratamiento u otra”.