La tecnología ARN mensajero (ARNm) para el rápido desarrollo de nuevas vacunas lleva más de dos décadas gestándose en diferentes centros de investigación. Tras el impacto de estas vacunas en la Covid-19, los expertos coinciden en que
la tecnología ARNm supondrá un antes y un después en la producción de vacunas, también infantiles. Especialmente por su capacidad de agilizar el proceso de desarrollo y de
generar grandes cantidades de medicamento. Este ha sido uno de los temas abordados durante las XII Jornadas de Vacunas del Comité Asesor de Vacunas (CAV) de la Asociación Española de Pediatría.
Argumentaba sobre esta cuestión María Garcés-Sánchez, pediatra del Centro de Salud Nazaret de Valencia. La misma exponía que la tecnología del ARNm ya se estaba probando en candidatos vacunales para
desarrollar inmunizaciones contra el VIH o el virus de la rabia. “En el futuro convivirán diferentes tecnologías en el área del desarrollo de vacunas”,
María José Cilleruelo, pediatra del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, incide en la importancia de
no bajar la guardia en la prevención de las enfermedades infecciosas. Pero también en contar con la
vacunación por COVID-19 para los niños. “El coronavirus nos ha modificado la vida en muchos sentidos
. Es prioritario vacunar a los adultos, pero
también conseguir que se vacune a los niños”. Pese a ello “debemos olvidar la importancia de tener a la población infantil perfectamente protegida con su calendario de vacunación al día”.
Recuperar el ritmo de las vacunas infantiles
España cuenta con una alta tasa de cobertura vacunal. Más del 95 por ciento de los niños recibe hasta la adolescencia los antígenos vacunales que les protegen frente a 14 infecciones. Durante la pandemia, los pediatras observaron un descenso temporal en estas vacunas infantiles. Afortunadamente
se han recuperado los niveles de vacunación previos a la pandemia. Al menos en casi todas las vacunas incluidas en el calendario oficial financiado.
Sin embargo,
esto no ha ocurrido en las vacunas no financiadas. Fran Álvarez, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la AE, abordaba esta cuestión en concreto. “Puede significar dar un paso atrás a la hora de avanzar en la inmunidad de grupo frente a patógenos muy frecuentes en la población infantil”.