Un estudio desarrollado en la Universidad de Lund (Suecia), y realizado en 95.023 mujeres, ha demostrado que la prueba de diagnóstico molecular desarrollada por Hologic, Aptima VPH, la cual permite detectar el ARNm de los subtipos más agresivos del virus, predice el posible riesgo de desarrollo de lesiones precancerosas en la mujer por un período de tiempo de hasta 7 años. Es decir, que aumentan significavamente su especificidad.
Estos resultados, publicados en la revista International Journal of Cancer, podrían tener importantes implicaciones en la mejora de la salud pública, ya que sería posible realizar un cribado más preciso y específico del cáncer de cuello de útero basado en la detección del HPV persistente.
En palabras de Miguel Sainz de los Terreros, director de Medical Affairs de Hologic para España y Portugal “esto significa que, a medida que los países de Europa -incluida España- adopten gradualmente los programas de cribado del cáncer cervicouterino con un intervalo de 3-5 años, se tendrá la garantía de que la prueba Aptima VPH de Hologic es una herramienta de cribado efectiva y segura para dichos programas”.
Cabe recordar que actualmente, además de contar con la tradicional citología cervicovaginal como prueba de detección, se han desarrollado pruebas de diagnóstico molecular de VPH para evaluar el riesgo de desarrollar lesiones precursoras de cáncer de cérvix. Por ello, las guías de práctica clínica en la actualidad incluyen estas pruebas dentro del cribado del cáncer de cuello de útero.
Identificar las situaciones con riesgo de progresión
La idea que quiere poner de manifiesto este estudio es que la precisión del diagnóstico se puede mejorar mediante el uso de pruebas basadas en ARNm, y en consecuencia, aumentar significativamente la especificidad (capacidad de la prueba para detectar la ausencia de enfermedad), con un excelente nivel de sensibilidad (capacidad de la prueba para detectar la presencia de la enfermedad) equivalente a la de los tests basados en la detección de ADN. Hay que matizar que la existencia de este ARNm indica que el VPH está activo y que, por tanto, estamos ante una infección persistente, con el consiguiente riesgo asociado, mientras que su ausencia podría reducir considerablemente el impacto sobre las mujeres y la sociedad.
Al respecto de esta mejora de la especificidad, Sainz de los Terreros añade que “una estrategia óptima de cribado debería identificar las situaciones con riesgo de progresión a cáncer de cérvix, maximizando así los beneficios de un programa de cribado, pero al tiempo debería evitar el sobrediagnóstico y, con él, el seguimiento innecesario de mujeres que no presentan riesgo real de desarrollar cáncer en los próximos 5 años”.
Todo ello teniendo en cuenta que “un diagnóstico preciso reduce la ansiedad innecesaria provocada por los diagnósticos erróneos y el sobretratamiento, con los costes asociados para el sistema sanitario. Debido a la amplitud de la población de cribado, incluso una diferencia mínima en el sobrediagnóstico puede tener un efecto considerable en el número de mujeres incluidas en el cribado y en los costes sanitarios asociados al mismo”, según el experto.
Por último, desde el laboratorio recuerdan que en España, se diagnostican más de 2.500 nuevos casos al año de cáncer de cuello de útero y se producen alrededor de 840 muertes anuales, lo que sitúa a esta patología en la décima causa de muerte entre las mujeres españolas.
Los test de VPH aumentan significativamente su especificidad
Un nuevo estudio abre la posibilidad de realizar un cribado más preciso y específico del cáncer de cuello de útero basado en la detección del VPH persistente
El Médico Interactivo
17 de diciembre 2018. 1:50 pm