“Los vapeadores son nocivos y retienen a muchos fumadores”

“Los vapeadores son nocivos y retienen a muchos fumadores”, según ha indicado Carlos Rábade, coordinador del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Este experto ha solicitado a los partidos políticos que incluyan en su programa de Gobierno la reactivación del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2022-2025, consensuado por sociedades científicas, colegios de médicos y asociaciones de pacientes. “Nuestro objetivo es acabar con este pandemia del tabaquismo en todas sus formas, es decir, el tabaco manufacturado, de liar, la pipa de agua, el tabaco calentado o los vapeadores”. Precisamente la Separ publicó en 2022 el ‘Documento de posicionamiento ante las estrategias de reducción del daño del tabaco’. Los neumólogos han apuntado en las conclusiones de este informe que “las estrategias de reducción del daño son métodos ineficaces para el control del tabaquismo”. “Mantienen a los fumadores en el consumo del tabaco y representan una oportunidad para la industria tabaquera en la venta de sus nuevos productos (tabaco calentado y cigarrillo electrónico)”, han añadido los autores, entre los que está Carlos Rábade. Otra de las conclusiones del documento ha sido que “el consumo de tabaco calentado y cigarrillos electrónicos, pese a tener menos tóxicos que el tabaco convencional, no implica que ocasione un menor daño”. Por tanto, los autores del informe han pedido “una regulación idéntica a la del tabaco convencional”.

Perfil del fumador vapeador

El perfil más habitual del fumador vapeador, según Rábade, es un adolescente que quiere experimentar este tipo de dispositivos sin conocer sus efectos nocivos, y también un fumador de mediana edad que busca abandonar el tabaco con este método ineficaz para ello, pero fácilmente accesible. Los vapeadores son dispositivos cuyo cartucho puede llevar nicotina y sustancias aromatizantes, además de propilenglicol o glicerina. De la combustión o calentamiento de estos componentes se producen nuevas sustancias en el humo, como acroleínas, aldehídos o nitrosaminas. Este conjunto de componentes tiene una acción inflamatoria en el pulmón y en las vías respiratorias, que causan un mayor riesgo de enfermedades. Así, pueden causar EPOC, asma, bronquitis o enfermedades pulmonares difusas. Las sustancias también favorecen la aparición de infecciones o neumonías, pues alteran la respuesta inmunitaria. Por otro lado, estos productos tienen acción carcinogénica que aumentan el riesgo de neoplasias. Además, se ha demostrado que alguno de estos tóxicos incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo

Sociedades científicas como Separ han realizado diversas acciones divulgativas y científicas para alertar de los riesgos del uso de estos dispositivos. “Hemos demostrado que no son un método eficaz para dejar de fumar, además de ser nocivos y de retener a muchos fumadores en el consumo de tabaco y la nicotina”, ha dicho el representante de Separ. Este experto ha considerado necesaria la intervención de muchos otros actores en este proceso. En primer lugar, se ha referido a las Administraciones, que “deberían poner en marcha campañas de sensibilización contra estos dispositivos”. “Tendrían que dificultar su accesibilidad a la población, especialmente en aquellos colectivos más sensibles, como los adolescentes. En este sentido, hemos solicitado al Ministerio de Sanidad que ponga en marcha el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, que debería desembocar en una nueva ley antitabaco muy necesaria”. Aparte de la función de las Administraciones, Carlos Rábade ha comentado el papel de los padres y los educadores, que también deberían recibir formación sobre estos dispositivos.

Redes sociales

Igualmente, este especialista ha reconocido que los sanitarios deberían hacer divulgación entre adolescentes sobre los vapeadores; para ello, ha considerado muy útil emplear las redes sociales, entre otros medios de comunicación. “La redes sociales son un canal muy utilizado para publicitar estos dispositivos con mensajes de falsa inocuidad. Por ejemplo, destaca el sabor a frutas o el colorido de los dispositivos. Por otro lado, también se dice que son productos inocuos para la salud (“van a evitar que fumes en el futuro”), cuando ocurre totalmente lo contrario”. Todos estos mensajes, en su opinión, resultan especialmente atractivos para los jóvenes. “Los falsos mensajes de inocuidad y de que van a evitar fumar en el futuro generan una atracción en adolescentes. Estos productos, que contienen sustancias tóxicas y cancerígenas, son una puerta de entrada de los jóvenes para el consumo del tabaco”.

Vacío legal

Respecto a la publicidad, Carlos Rábade se ha mostrado partidario de “seguir la misma regulación y normativa que rige para el tabaco manufacturado”. “Existe un gran vacío legal, por lo que pedimos una actualización de la ley antitabaco que aplique la misma regulación en cuanto a precio y publicidad para este tipo de dispositivos que para el tabaco manufacturado”, ha solicitado, en línea con el Documento de la Separ. “Estos dispositivos no son eficaces para dejar de fumar, incorporan a muchos jóvenes en el consumo del tabaco y la nicotina y retienen a muchos fumadores en el tabaquismo. De esta forma, evitan que los fumadores hagan intentos serios de abandono con tratamientos eficaces. Considero que son una barrera para el control del tabaquismo”, ha reiterado.

Venta en farmacia

Especialmente crítico se ha mostrado Carlos Rábade con la venta de los vapeadores o los cigarrillos electrónicos desechables en las farmacias. “Me parece muy mal, especialmente por lo que supone una oficina de Farmacia y el importante papel que los farmacéuticos comunitarios tienen en el tratamiento del tabaquismo. Estos dispositivos deben equipararse al tabaco convencional y restringirse el número de espacios de venta”, algo que también está incluido en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo en España.