Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega aseguran que una única dosis de LSD, una de las drogas alucinógenas más potentes que existen, podría ayudar a los alcohólicos a dejar de beber durante varios meses, según los resultados de un estudio publicado en The Journal of Psychopharmacology.
Lo sorprendente, según los autores de dicho hallazgo, es que ahora han descubierto unos efectos 'significativos' beneficiosos para frenar el consumo de alcohol, e incluso mayores que los que ofrece cualquier otro tratamiento en la actualidad.
Los científicos analizaron los datos de seis ensayos clínicos realizados en la década de los 60 con esta sustancia, en los que en total participaron 500 pacientes en programas de desintoxicación, algunos de los cuales recibieron una dosis de LSD de entre 210 y 800 microgramos.
De este modo, observaron como después del tratamiento el 59 por ciento de los pacientes que recibieron la droga presentaban niveles reducidos de alcohol en sangre, frente al 38 por ciento que recibieron un tratamiento estándar.
Además, este efecto se mantuvo seis meses después de tomar el alucinógeno, pero desapareció después de un año. De igual modo, los niveles de abstinencia fueron mayores.
De hecho, los autores del informe, Teri Krebs y Johansen Pal-Orjan, han reconocido que 'dado que una sola dosis de LSD tiene un efecto beneficioso significativo', si se utilizase de forma más regular 'se podría conseguir un beneficio sostenido'.
Dada la evidencia de un efecto beneficioso del LSD sobre el alcoholismo, cabría preguntarse por qué este tipo de tratamiento ha sido pasado por alto, según han reconocido.
