15 de enero 2018. 1:45 pm
Los laboratorios Lundbeck han anunciado la creación de una nueva alianza con Vanderbilt University en Estados Unidos a través de la cual, Lundbeck adquiere una licencia exclusiva y establece su colaboración para examinar un enfoque novedoso para el tratamiento de la esquizofrenia. Concretamente, Lundbeck y Vanderbilt colaborarán…
Los laboratorios Lundbeck han anunciado la creación de una nueva alianza con Vanderbilt University en
Estados Unidos a través de la cual, Lundbeck adquiere una licencia exclusiva y establece su colaboración para examinar un enfoque novedoso para el
tratamiento de la esquizofrenia.
Concretamente, Lundbeck y Vanderbilt colaborarán en el desarrollo de otros compuestos con un mecanismo de acción nuevo, en comparación con los tratamientos existentes. Tal y como informaba Kim Andersen, vicepresidente senior de Investigación de Lundbeck, “estamos impresionados por la investigación y las nuevas hipótesis formuladas en Vanderbilt y nos entusiasma poder colaborar para llevar adelante este trabajo”.
Igualmente, al respecto a la esquizofrenia, argumentaba que es “una enfermedad debilitante que puede suponer una amenaza para la vida, y sigue presentando importantes necesidades médicas no satisfechas, por lo que tenemos la esperanza de que este enfoque permita ofrecer un nuevo tratamiento que pueda mejorar la vida de muchos pacientes”.
Previsión para 2020
En concreto este posible nuevo tratamiento que se estudiará en colaboración con Vanderbilt, aborda el problema de los pacientes esquizofrénicos que tienen un exceso del mensajero químico, la dopamina, en el cerebro. El exceso de dopamina en estos pacientes es la causa de la psicosis, y se sostiene la hipótesis de que el nuevo tratamiento revertiría dicho exceso reduciendo la liberación cerebral de dopamina. Este enfoque es completamente nuevo, si lo comparamos con los tratamientos existentes, destinados a bloquear los receptores dopaminérgicos en el cerebro.
Respecto a las posibilidades de este nuevo fármaco, desde Lundbeck informan que los test realizados en ratones indican que este nuevo enfoque supone un antipsicótico eficaz con un riesgo de efectos adversos muy bajo. Así, de estar en lo cierespecto a este mecanismo de acción cerebral, la eficacia de un medicamento nuevo podría ser mayor en aquellos pacientes que no responden adecuadamente a los tratamientos actuales, y además suponer un riesgo de efectos adversos reducido.
Si bien aún está en fase de estudio, se prevé que en 2020 se dispondrá de un fármaco candidato para poder iniciar la transición al desarrollo clínico.