Hipócrates ya distinguió la psoriasis de otras enfermedades cutáneas y la denominó psora por el picor que producía. La prevalencia de dicha patología se sitúa entre el 2 y el 3 por ciento de la población, con una incidencia similar en hombres y mujeres. La OMS la describe como una enfermedad grave, desfigurante, que no tiene cura y que estigmatiza. Por eso, ha sido una de las patologías que más presentaciones, simposios y workshop ha tenido en el Congreso Anual de la Academia Europea de Dermatología y Venerología (EADV en sus siglas inglesas) que se ha celebrado en Ámsterdam.
Desde hace unos años ya se contempla la psoriasis como una enfermedad sistémica en la que están implicados varios mecanismos inflamatorios y cada vez cobra más fuerza abordarla de forma multidisciplinar. Gregorio Carretero, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, comentó en una rueda de prensa organizada por Novartis, que algunos de los trabajos presentados en el congreso apuntan a un riesgo mayor de enfermedad cardiovascular, riesgo que se cuantifica en torno al 6 por ciento. Por eso, es necesaria abordarla de forma conjunta en las que están presentes varias especialidades.
Así, Esteban Daudén, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de La Princesa, en Madrid, apuesta por el abordaje multidisciplinar de la psoriasis, en equipos en los que esté presente un dermatólogo, un internista, un especialista en enfermedades metabólicas y un psiquiatra para poder mejorar el control de esos pacientes y mejorar su calidad de vida.
Un aspecto que ha destacado el especialista ha sido cómo afecta la enfermedad a los familiares de los enfermos, tal y como se ha comentado en dicha reunión científica. 'La repercusión emocional de los familiares es tan importante como la de los enfermos. De hecho, se están desarrollando índices de evolución de los problemas emocionales y otros aspectos relacionados que son de gran interés para comprender la enfermedad', apunta el citado especialista.
Otra de las cosas donde se ha hecho hincapié en el Congreso ha sido la importancia de establecer registros nacionales de la patología, como es el registro español Biobadaderm, con el que se puede establecer un mapa de la enfermedad.
Entre las novedades terapéuticas presentadas en la reunión científica destacan los anticuerpos monoclonales específicos. En este marco se sitúa secukinumab, un anticuerpo monoclonal totalmente humano, desarrollado por Novartis, que bloquea la acción de la isoforma A de la interleuquina 17 (IL-17A). Dicha proteína está elevada en los pacientes con psoriasis y su bloqueo es una nueva vía terapéutica de la que se están obteniendo buenos resultados.
Los resultados presentados en Ámsterdam de los ensayos en fase III con secukinumab han mostrado que el tratamiento con 300 mg de dicho anticuerpo monoclonal se consiguen índices más altos de blanqueamiento total o prácticamente total de la piel en la semana 12 frente al placebo, independientemente de la gravedad del paciente de psoriasis.
La mayor parte de los pacientes de los dos subgrupos de gravedad de la enfermedad, incluyendo aquellos con psoriasis grave, consiguió un blanqueamiento total o prácticamente total de la piel, según las mediciones del PASI (100/90), índice de gravedad del área de psoriasis. El blanqueamiento de la piel se mantuvo durante el año de tratamiento.
Calidad de vida
Otro análisis de secukinumab ha puesto de manifiesto que un número significativamente mayor de pacientes con el tratamiento activo experimentaron un blanqueamiento total o prácticamente total de la piel sin detrimento en su calidad de vida, conforme a las mediciones de PASI 100/PASI 90 y el DLQI 0/1; es decir, según el índice de calidad de vida dermatológico, comparados con aquellos con puntuaciones PASI inferiores a 90. Se ha visto que más del 70 por ciento de los pacientes tratados con secukinumab a una dosis de 300 mg experimentaron un blanqueamiento total o prácticamente total de la piel durante las 16 primeras semanas de tratamiento.
Por su parte, Lluis Puig, director del Departamento de Dermatología del Hospital la Sant Creu i San Pau, en Barcelona, ha comentado que la IL17 provoca los cambios en la proliferación de las alteraciones en la epidermis propias de las personas con psoriasis y con artritis psoriásica. Se ha visto que en 4 de cada 5 pacientes secukinumab consigue una respuesta a la cuarta semana de tratamiento, con un 50 por ciento de profundidad en la respuesta.
Secukinumab se encuentra en fase de aprobación tanto por parte de las autoridades sanitarias norteamericanas (FDA) como europeas (EMA).