La Hematología es una especialidad que ha crecido de forma vertiginosa en los últimos años, y por ello ahora es el momento de afrontar nuevos retos “ante el desarrollo de nuevos fármacos, en la gestión y en la innovación, pero también en la humanización”. Esta era la idea que transmitía Marina Álvarez, consejera de Salud de Andalucía, en la inauguración del LX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hemoterapia y XXXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de trombosis y Hemostasia, que se celebra estos días en Granada.
Como explicaba Álvarez, la Hematología es una especialidad multidisciplinar, ya que “está presente prácticamente en todas las modalidades de atención de las que disponemos en los centros sanitarios”, por lo que los avances presentados en este congreso giraban tanto en torno al diagnóstico, como a la terapéutica.
Sin embargo, la consejera ponía especialmente su atención en el desarrollo de nuevos fármacos que han surgido en torno a las enfermedades de la sangre, que si bien “suponen un avance en patologías graves que hace poco no disponían de un tratamiento efectivo”, también son un reto en cuanto a la sostenibilidad del SNS. A este respecto, Álvarez, insistía en que por ello “hay que tener en cuenta la efectividad que suponen estos tratamientos y qué aportación tienen sobre otra medicación existente para la misma patología”. Basándose en su experiencia, como gerente en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, atestiguaba sobre “el rigor” que tiene la especialidad en la incorporación de estas innovaciones, lo que demuestra “un compromiso tanto con el paciente, como con el sistema sanitario público”.
Asimismo, la consejera aprovechaba este foro para mostrar su compromiso con la innovación, afirmando que “me hago cargo del apoyo que necesitáis para seguir avanzando en esa asistencia”, apostando así por “esa tendencia a una Medicina de precisión que va a mejorar la calidad y va a suponer un impacto en el futuro inmediato”.
Muestra de ello eran las cifras en cuanto a investigación e innovación de la comunidad andaluza, de las que la consejera destacaba los 12 centros de investigación que están trabajando en el campo de la Hematología o los 164 investigadores vinculados a la estructura del sistema sanitario público. Asimismo, “en los últimos 5 años, la I+D en Hematología ha recibido 95 ayudas para investigación en cuestiones como terapia celular, cáncer hematológico, trombosis y coagulación, enfermedades raras y otros campos”. Todo ello ha supuesto “una captación de más de 5 millones de euros procedente del Instituto Carlos III”. Igualmente citaba que en este periodo se han iniciado 371 estudios clínicos y “se han publicado 20 registros de la propiedad industrial o intelectual, que ha dado lugar a la firma de varios contratos públicos- privados”.
60 años en un momento clave para la especialidad
Otra de las ideas que se ha remarcado en este congreso es que este 60 aniversario del Congreso Nacional de la SEHH se cumple en un momento clave para la Hematología. Muestra de ello es que se ha llegado al máximo histórico de trasplante de médulas óseas en España, alcanzando en 2017 un total de 3.321 trasplantes, de los cuáles 350 fueron haploidénticos.
Asimismo, en cuanto a la terapia CAR-T, los hematólogos afirman que se trata de “una de las novedades más fascinantes de la década”. De hecho, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha aprobado recientemente las dos primeras terapias celulares CAR-T para cánceres hematológicos: una de ellas para el tratamiento en segunda línea de la leucemia aguda linfoblástica de células B en pacientes pediátricos y adultos jóvenes, y también en adultos con linfoma difuso de células B grandes tras dos líneas de terapia sistémica, y la otra para el tratamiento en segunda línea del linfoma difuso de células B grandes y del linfoma mediastínico primario de células B. En España se están llevando a cabo varios ensayos clínicos en distintos centros.
Otra de las novedades destacadas en este campo es la terapia celular adoptiva en el trasplante de progenitores hematopoyéticos, que consiste en utilizar células del sistema inmune como tratamiento para potenciar el efecto antitumoral, antiinfeccioso o acelerar la reconstitución inmune en un paciente que se ha sometido a un trasplante de progenitores hematopoyéticos. Si bien, por el momento, se trata de un tratamiento experimental en la mayor parte de los casos, ya que no hay ensayos clínicos randomizados para poder valorar la eficacia, sí se ha demostrado que hay series de pacientes que muestran un buen perfil de seguridad y efectividad de la terapia celular adoptiva, en los que ha fracasado el tratamiento convencional.
Marina Álvarez apuesta por la innovación en Hematología en Andalucía
La consejera de Salud de Andalucía ha inaugurado el LX Congreso de la SEHH y el XXXIV Congreso de la SETH
Silvia C.Carpallo
12 de octubre 2018. 1:47 pm