Nueve de cada diez mujeres diagnosticadas en España de cáncer de mama sobreviven a los 5 años. Estas cifras son una realidad, en gran parte, gracias a los
avances que se han producido en torno a los tratamientos de cáncer de mama. Todo ello unido a una mayor detección precoz gracias a los programas de cribados y a una mayor concienciación social.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de mama, desde Farmaindustria recuerdan que hoy son
más de un centenar los medicamentos que se encuentran en alguna de las fases de investigación en cáncer de mama. Así lo recoge la patronal americana Phrma. Esto supone que casi un 10 por ciento de los 1.100 medicamentos y vacunas actualmente en desarrollo para combatir el cáncer.
En España la investigación resulta igualmente activa. El Registro Español de Estudios Clínicos (
REEC), dependiente de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps),
recoge 283 ensayos en marcha. De los mismos, casi un tercio están ya en la fase III del proceso de I+D. La gran mayoría de ellos están promovidos por las compañías farmacéuticas.
El avance de los tratamientos para cáncer de mama
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estima que
2020 cerrará con cerca de 33.000 nuevos diagnósticos de cáncer de mama. Esto supone que sea uno de los tres tumores más frecuentemente diagnosticados en España, junto con colon y recto. La buena noticia es que el pronóstico ha ido mejorando paulatinamente gracias a la investigación.
En este sentido, los anticuerpos monoclonales, la inmunoterapia y la aparición de nuevos biológicos han ido optimizando las estrategias terapéuticas para estas pacientes. Estas terapias están logrando
retrasar el uso de la quimioterapia en la enfermedad avanzada. Todo ello implica un beneficio significativo en la calidad de vida de las pacientes.
Igualmente, la
medicina personalizada también está jugando un papel relevante en el cáncer de mama. Gracias al desarrollo de los test genómicos se está consiguiendo una mayor adecuación del tratamiento. Esto también supone evitar quimioterapias innecesarias en pacientes que no se beneficiarán.
Pese a todo ello el reto actual sigue siendo el
cáncer de mama metastásico. Ante este reto, serán la investigación y la innovación quienes harán posible erradicar, o al menos controlar, estos casos.
