La empresa Philips, en colaboración con MIT Technology Review, ha publicado los resultados del estudio global Future Health Index 2017, que analiza el nivel de preparación de los sistemas sanitarios ante los retos de la salud del futuro. El informe explora los datos obtenidos a partir de encuestas a población general y profesionales sanitarios, de 19 países, que representan más del 36% de la población mundial.
Según las conclusiones del proyecto, la percepción general de los expertos del sector que han sido entrevistados para formar parte de este informe, España tiene 'un buen sistema sanitario que ofrece una cobertura universal, acompañada de profesionales excepcionales que se esfuerzan por alcanzar los mejores resultados de salud'.
A pesar de ello, el sistema 'peligra' y corre el riesgo de colapsarse si no se aplican inmediatamente medidas que permitan estar preparados para dar respuestas a los retos globales que se aproximan, como el envejecimiento poblacional, la escalada de las enfermedades cardiovasculares o la cronicidad. En este sentido, la prevención, las tecnologías conectadas y la integración del sistema sanitario se configuran como claves para la sostenibilidad del sistema.
Mayor foco en prevención
La gran mayoría de los encuestados en España considera que los profesionales sanitarios deberían dedicar la mayor parte de su tiempo a los cuidados preventivos frente a la 'atención a enfermos'. En este sentido, el 59% de los profesionales sanitarios cree que las medidas preventivas deberían ser su prioridad, junto con el empoderamiento de los pacientes para gestionar su salud de manera más proactiva. Asimismo, el 51% de la población general reconoce la necesidad de que se ponga mayor foco en la prevención, frente al 45% que priorizó la atención hospitalaria.
Una mayor atención a la prevención podría habilitar a los pacientes a gestionar proactivamente su salud, lo que a medio y largo plago plazo reduciría la carga para el sistema sanitario español. 'Se ahorraría mucho tiempo al paciente y el sistema sanitario sería mucho más eficiente. Cuanto antes se aborda los problemas del paciente, más barato sale', afirma Joan Bigorra, director de Innovación y estrategia del Hospital Clinic de Barcelona, Barcelona Institute for Global Health (ISGlobal), uno de los expertos que han participado en el informe español.
Tecnologías conectadas
En las encuestas tanto los profesionales sanitarios (78%) como la población general (74%) se muestran de acuerdo que en que las tecnologías de cuidados conectados son importantes para mejorar la prevención de problemas de salud. El uso de tecnología conectada se percibe como escaso y/o limitado por parte de la población general, pero existe una gran oportunidad para invertir la balanza en favor de la adopción de este tipo de tecnología si los profesionales sanitarios recomiendan su utilización.
Pacientes crónicos en el hogar
Cerca del 25% de la población general y más de la mitad de los profesionales sanitarios (56%) afirman conocer tecnologías conectadas, sin embargo, cuando se les pregunta si saben cómo usarlas los porcentajes bajan considerablemente. El uso más extendido de las tecnologías se encuentra entre los pacientes con enfermedades crónicas que precisan de cuidados en el hogar, según el 42% de la población general y el 35% de los profesionales sanitarios.
El 53% de la población general demuestra mayor predisposición para utilizar tecnologías conectadas si vienen recomendadas por su médico. Asimismo, uno de cada tres clínicos (33%) considera que los el uso de wearables para controlar indicadores de salud tendría un impacto positivo en la población de su país.
Alto conocimiento de las tecnologías
El conocimiento de los profesionales sanitarios acerca de las tecnologías conectadas es elevado, lo que sugiere que existe una oportunidad de compartir conocimientos entre los diferentes grupos de interés.
En cuanto a niveles de receptividad para las tecnologías conectadas, los pacientes cardíacos destacan por el alto nivel de aceptación y conocimiento de este tipo de soluciones. En línea con los pacientes cardíacos, los pacientes respiratorios y oncológicos (41%) también demuestran un nivel de preferencia más alto por recibir atención sanitaria desde casa y a través de una empresa de tecnologías de salud.
A nivel económico, la mayoría de los profesionales sanitarios (39%) considera que el impacto financiero de las tecnologías de cuidados conectados sería positivo y por lo tanto reduciría los costes de los cuidados sanitarios a largo plazo.
Hacia un sistema más integrado
La descentralización se percibe como un obstáculo al acceso y a la integración del sistema sanitario. Entre los profesionales sanitarios el 50% se muestra de acuerdo en que el sistema español está poco o nada integrado. Según el 60% los profesionales sanitarios la descentralización actual del sistema tiene un impacto negativo en la salud, y los restantes 39% lo consideran extremamente negativo.
El 92% de profesionales y el 62% de la población general encuestada, al igual que los expertos entrevistados son unánimes en el beneficio que la integración del sistema aportaría, pero siguen expresando la existencia de muchas barreras, siendo la descentralización la principal fuente de ellas, según los encuestados.
En las entrevistas cualitativas, se mencionan ejemplos de microintegración entre distintos hospitales en zonas urbanas y centros de salud comunitarios, pero queda mucho por hacer. Los cuidados a domicilio, la compartición de datos entre comunidades autónomas, o la integración del sector público y privado son grandes oportunidades para el sistema español.