Entrevista a Montserrat García Balletbó, especialista en Anatomía Patológica e investigadora en tratamientos biológicos de regeneración de tejidos del Instituto Cugat y de la Fundación García Cugat
22 de marzo 2023. 2:52 pm
Montserrat García es una médica española especialista en Anatomía Patológica e investigadora en tratamientos biológicos de regeneración de los tejidos. Licenciada y doctora en Medicina y cirugía por la Universidad de Barcelona. Dirige la Unidad de Medicina Regenerativa del Hospital Quirón de Barcelona, el Instituto…
Montserrat García es una médica española especialista en Anatomía Patológica e investigadora en tratamientos biológicos de regeneración de los tejidos. Licenciada y doctora en Medicina y cirugía por la Universidad de Barcelona. Dirige la Unidad de Medicina Regenerativa del Hospital Quirón de Barcelona, el Instituto Cugat y la Fundación García Cugat para la investigación biomédica. En esta entrevista nos muestra su mirada experta en el campo de la Medicina Regenerativa, el conjunto de tratamientos, técnicas o terapias que emplean material biológico de la propia persona para aliviar, mejorar o curar ciertas patologías.
¿En qué consiste la Medicina Regenerativa?
La Medicina Regenerativa es un campo de la Medicina que se enfoca en utilizar terapias para reparar tejidos dañados. Estas terapias trabajan en torno a tres grandes bases: las proteínas señalizadoras, las células y las matrices. Las proteínas señalizadoras son aquellas sustancias que buscan células que tienen unas señales en la membrana. Se depositan en estas señales y activan la célula para que empiece una función determinada. Otra son las propias células y otra las matrices, que son las bases donde se implantan las células para crear el nuevo tejido.
¿Cómo empezaron los tratamientos biológicos en la práctica clínica en nuestro país?
En España, los pioneros en la aplicación de los tratamientos biológicos fueron los dentistas y los cirujanos maxilofaciales. Se enfrentaban a un problema importante que era la pérdida de piezas dentarias con un hueso débil, en las que no se podía implantar un injerto óseo. Estos profesionales, que hacía injertos óseos, vieron la posibilidad de reforzar esos implantes con proteínas señalizadoras y aumentar las probabilidades de éxito. Empezaron a estudiar esta vía, tuvieron varias experiencias y, un buen día, por azar, a raíz de un caso concreto de un paciente que tenía una cicatriz que no cerraba tras haber realizado una cirugía ortopédica, decidieron aplicarlo. El resultado fue un éxito y, a partir de entonces, los traumatólogos empezaron a interesarse por el tema. Los primeros fueron el grupo del doctor Mikel Sánchez, traumatólogo y cirujano en Vitoria. Él fue la persona que nos introdujo, es decir, la que nos abrió la puerta a este campo.
Traumatología es uno de los campos en los que más se trabaja con estos tratamientos, pero hay otras especialidades en las que también se emplean, ¿cuáles son?
Estas terapias se aplican en muchos campos de la Medicina y son varias las especialidades que cuentan con mucha experiencia. Por ejemplo, en Estomatología, regeneración cutánea, Cirugía Estética y Plástica, Oftalmología y otras.
¿Qué base (proteínas señalizadoras, células o matrices) es más fácil de aplicar?
Las proteínas señalizadoras y las matrices son más fáciles de aplicar, siempre y cuando las matrices se obtengan coagulando tejidos o sean artificiales (pero también biológicas). Estas dos son mucho más fáciles de aplicar que las células. Primero, porque las células han de obtenerse y, segundo, porque, o se aplican directamente y, por tanto, hay una cantidad pequeñita de células, o se han de expandir y aumentar el número en el laboratorio para poder ser aplicadas y obtener los resultados deseados.
¿Existe algún tipo de regulación para su aplicación?
En España existe una estricta regulación para la aplicación de las proteínas señalizadoras, las células y las matrices, siendo la regulación más estricta de todas la de las células. El motivo es que las células tienen un potencial para crear tejido por sí solas, ya sea “bueno” o “malo”, que no tienen las proteínas señalizadoras ni las matrices. Para la aplicación de las células se requiere una autorización de la AEMPS y, sin este permiso, no se pueden aplicar.
¿Qué se está usando ahora en España con más facilidad?
Las proteínas señalizadoras, que son las infiltraciones con Factores de Crecimiento Plaquetario o PRP. Esto es muy común y fácil de hacer, porque solo es necesario obtener sangre del paciente, escoger el plasma y las plaquetas y luego inyectarlo en el lugar de la lesión donde se quiere producir la regeneración tisular. También las matrices, para regenerar tejido lesionado, siempre mediante cirugía.
¿Cuáles son las principales líneas de investigación en las que trabajan desde la Fundación García Cugat?
Desde la Fundación investigamos la aplicación de factores de crecimiento a diferentes lesiones del sistema músculo esquelético, ya sea hueso, tendón, músculo, menisco, ligamento… Tenemos también una línea de terapias con células provenientes de la médula ósea y células provenientes de la grasa. Su aplicación es la misma, para huesos y partes blandas de alrededor de los mismos. Finalmente, matrices combinadas con células, estamos viendo que, en el caso del cartílago, se obtienen mejores resultados si las células no son células madre, sino células del propio cartílago del paciente. Somos un equipo de profesionales de distintos ámbitos, médicos, biomédicos, farmacéuticos, químicos y veterinarios que tratamos de aportar nuestro granito de arena y un avance para tener una mejor calidad de vida.
La artrosis es la enfermedad degenerativa articular más frecuente. ¿Qué están estudiando y qué línea de investigación es más importante para los tratamientos?
La artrosis es una enfermedad degenerativa que está ahí y que seguirá estando. Cada vez somos más longevos y los procesos de envejecimiento son cada vez más frecuentes. Además, la población en general hace mucho deporte. Desde mi punto de vista no existe suficiente conciencia de que cuando tenemos una fractura o una lesión, sobre todo articular, empieza un proceso de desgaste. Tendríamos que comprender que cuanto menos se degenere esa articulación mejor será nuestro estado cuando tengamos una edad respetable. El planteamiento no debe ser que si tenemos una artrosis de rodilla o de cadera nos pondrán una prótesis. Tenemos que pensar que no queremos tener esa artrosis y que, si nuestra articulación no está sana, tenemos que hacer lo que sea para que no degenere y nos pongan una prótesis. La línea de investigación más importante para los traumatólogos, en este contexto, es que la salud de las articulaciones sea la máxima, y que la aplicación de proteínas señalizadoras, matrices biológicas y células del cartílago del propio paciente da salud a la articulación para que la lesión no provoque la degeneración y la destrucción de toda la articulación y sea candidata a implantar una prótesis.
¿Qué avances cree usted que vamos a poder ver en los próximos años?
Desde mi punto de vista, en artrosis es donde más se va a avanzar, es donde más se está estudiando, como decíamos, tenemos una población cada vez más longeva y hay que procurar que tenga una mejor calidad de vida. Por eso se trabaja tanto en el cartílago. Músculo, tendón, menisco y ligamento también se estudian, porque la gente hace deporte y son tejidos que se lesionan en la práctica deportiva. El avance que espero y quiero que se produzca en los próximos años es que se consiga que los factores de crecimiento lleguen a ser como la insulina. Al principio, cuando se descubrió que para solucionar la diabetes se necesitaba insulina, el proceso era costoso y difícil para un diabético. Hoy en día, en cambio, el paciente va a la farmacia, compra lo que precisa y se lo inyecta. Lo que me gustaría es que algún día pudiéramos comprar factores de crecimiento en la farmacia. Que vayas a la farmacia, los puedas comprar y se puedan aplicar en el lugar de la lesión. Creo que el futuro va por ahí. Los oftalmólogos están aplicándolos con colirios, y en estética existen sérums que se aplican también. Con las células es diferente, pero con las matrices, por ejemplo, se pueden formular los factores de crecimiento en forma de gel y aplicar como una malla. Hay también matrices que están comercializadas para aplicar en el momento de la intervención.
¿Cuál cree usted que es el rol de las mujeres en la ciencia?
Hay más mujeres que hombres estudiando carreras de ciencia, pero según avanzamos en la carrera científica y en los puestos de responsabilidad, las mujeres se van quedando atrás. En los últimos años estamos consiguiendo visibilizar el problema y que la diferencia vaya reduciéndose, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Hoy en día nos van sonando más grandes mujeres de la ciencia. Aparte de la gran Marie Curie, que obtuvo los premios nobel, podemos destacar a Rita Levi-Montalcini, que obtuvo el nobel por el descubrimiento de los factores de crecimiento, fundamentales en la medicina regenerativa. Y como siempre, la mujer tiene que ser, probar, demostrar, no desfallecer y seguir, porque el listón está más alto y hay que ir rompiendo barreras para que las próximas generaciones lo tengan más fácil.