Los médicos de Atención Primaria consideran necesario que desde las direcciones médicas promuevan y faciliten la relación entre este nivel asistencial y Especializada para un control más eficaz del paciente, sobre todo en el momento de la derivación. En general, los pacientes hipertensos derivados desde…
Los médicos de Atención Primaria consideran necesario que desde las direcciones médicas promuevan y faciliten la relación entre este nivel asistencial y Especializada para un control más eficaz del paciente, sobre todo en el momento de la derivación. En general, los pacientes hipertensos derivados desde Atención Primaria a Especializada son aquellos que precisan la realización de pruebas o estudios complementarios. En este grupo están todos los pacientes que pueden tener una hipertensión secundaria. Otro conjunto de pacientes que se derivan a Especializada son los que tienen hipertensión arterial resistente o refractaria al tratamiento.
Situaciones especiales como HTA en la gestación o las emergencias hipertensivas también son candidatas para ser derivadas. Además, pueden necesitar derivación al especialista los pacientes con distintas comorbilidades como la cardiopatía isquémica o la insuficiencia cardiaca, enfermedad cerebrovascular, diabetes, nefropatía o síndrome de apnea del sueño.
Inicio del tratamiento en Primaria
Como norma general, el médico de Primaria inicia el tratamiento con todo paciente diagnosticado de HTA. Desde un primer momento, en las consultas se pautan recomendaciones para la modificación de los estilos de vida, como la ingesta reducida de sodio, pérdida de peso, actividad física, abandono del hábito tabáquico, etc. Además, se inicia tratamiento farmacológico en función de las guías y recomendaciones de las sociedades científicas. Por último, el médico y el profesional de Enfermería realizan un seguimiento del paciente.
Criterios para derivar
Como se ha dicho, de forma habitual se trata al paciente hipertenso en Atención Primaria, excepto en casos puntuales:
- Hipertensión asociada a la insuficiencia renal grave con proteinuria, hematuria o creatinina >2.
- En caso de sospechar una hipertensión secundaria.
- Mujeres embarazadas.
- Pacientes con hipertensión resistente.
- En caso de dudas diagnósticas que requieran monitorización de la tensión arterial durante 24 horas.
Los criterios para derivar a un paciente al especialista también dependen de la especialidad y de si es preferente o no. En este momento, especialidades como Nefrología o Medicina Interna tienen una demora de 15-25 días. La percepción del paciente en la mayoría de los casos no cambia, ya que en un 70-75 por ciento de ocasiones es el propio paciente el que pide la consulta. Al derivarle al especialista, hace que tome conciencia sobre su posible gravedad y la implicación que debe mostrar a partir de entonces.
Interacción con los especialistas
En cuanto a la interacción con los especialistas, el único sistema reglado que indican los médicos de Primaria es a través de las interconsultas por el sistema informático (Abucasis, por ejemplo). En muchos hospitales, servicios como Nefrología o Neumología hacen reuniones de forma periódica con los profesionales de Primaria para consensuar criterios de diagnóstico, tratamiento y derivación. La vía telefónica, aunque utilizada de forma puntual, no es un sistema regulado. Algunos profesionales reconocen que es una buena herramienta de trabajo, utilizada de forma frecuente. En ocasiones se recurre también al sistema conocido como “a título personal”, de persona a persona, siempre en función de la confianza entre profesionales, aunque no es un sistema habitual y solo se utiliza en casos de mucha urgencia o interés. Los médicos insisten en que se debería potenciar desde las distintas direcciones médicas la relación entre Primaria y Especializada.
En general, Nefrología, Cardiología y Medicina Interna son las especialidades donde más frecuentemente son remitidos los pacientes de Primaria. Se trata de pacientes con factores de riesgo cardiovascular conocido que presentan hipertensión severa con signos de afectación de uno o más órganos diana. También personas con sospecha clínica probable de HTA secundaria no inducida por fármacos o bien pacientes refractarios a tratamientos con dosis plenas de antihipertensivos según recomiendan las guías.
Han colaborado en la elaboración de este artículo:
Juan Alamar Provecho (médico de Familia), Emilia Capilla Ramírez (médico de Familia), Guillermo García Tell (médico de Familia), José Vicente Raga Casasús (médico de Familia), José Antonio Mariscal Bernat (Medicina Familiar y Comunitaria), Jibrin Al Talhami Zaloum (Medicina Familiar y Comunitaria), Francisco Cebrián Montolio (Medicina Familiar y Comunitaria), Giorgio Atella Gil (Medicina Familiar y Comunitaria), Conrado Mateu Navarro (Atención Primaria), Enrique Mascaros Balaguer (Atención Primaria), Juan Domenech Clar (Atención Primaria), Juan Errando Fagoasa (Atención Primaria), Martín Raga Asins (Atención Primaria), Francisco Jaén Martínez (Atención Primaria).