Como ha mencionado la
Confederación Estatal de Sindicatos Médicos el tradicional sistema de
guardias médicas es objeto de controversia dentro del colectivo. Por ello, se han presentado los resultados de la
encuesta llevada a cabo para testar esta percepción que hay entre los médicos sobre este tema. Se trata de una puesta en común sobre cuál es el
funcionamiento del modelo actual de las guardias desde que se instauró y hacia dónde se debe empezar a trabajar para lograr que este sistema se ajuste más a las necesidades asistenciales y de los profesionales. En cuanto a las respuestas, se
obtuvieron 3.686, de las que analizaron en primer lugar sus características demográficas y profesionales, antes de pasar al análisis de la valoración de las guardias médicas.
El evento ha contado con la presencia del presidente de CESM,
Tomás Toranzo; la secretaria técnica de Finanzas,
María José Campillo, quien ha manifestado que “la Medicina es una profesión en riesgo”, y el responsable de Estudios Profesionales,
Miguel Ángel García.
Entorno
Según se ha descrito, “quizás la jornada del médico que se estableció en el siglo XX deba ser actualizada al siglo XXI”. De momento, “los médicos siguen teniendo la obligación de hacer jornadas de 24 o 17 horas, muy mal pagadas, y sin que ni siquiera se nos considere trabajadores nocturnos, ni se tenga en cuenta de cara a nuestra jubilación”. Así, han instado a que “debemos tener en cuenta además que las retribuciones del médico español sin
guardias no dan para alegrías, así que, en su perversión, el sistema hace que el médico tenga las guardias como fuente de ingresos, dadas sus retribuciones básicas, y que tenga miedo de que la desaparición de las guardias suponga una disminución importante de las mismas”.
La mujer, la más participativa y de Sanidad pública
En cuanto a la
distribución por sexo, se muestra un claro predominio (61,5%) del sexo femenino en la encuesta. En lo referente al tipo de contrato que tienen quienes responden al estudio, han encontrado que prácticamente la mitad de los facultativos (46,7%) tendría un contrato como personal estatutario o funcionario fijo, siendo temporales en ese mismo formato contractual un 26,13% y encontrándose durante el período de formación especializada un 12,8%. En total, el porcentaje de temporalidad alcanza casi el 45%, reduciéndose a un 35% si excluímos de ese grupo a los MIR, que se centraría sobre todo en los facultativos que trabajan para la Sanidad pública.
Por otro lado, se ha especificado en el resumen de la encuesta que, en referencia a la estabilidad en los contratos, se observa una clara diferencia entre sexos. Mientras que los contratos de los facultativos varones son fijos en el 61% de los casos, entre las facultativas lo son en el 51,8%, es decir, diez unidades porcentuales por debajo.
Sin embargo, al analizar esta diferencia por grupos de edad, se observa que, existiendo una clara progresión descendente en el grado de temporalidad según se avanza en la edad, la diferencia dentro de cada grupo de edad entre varones y mujeres prácticamente desaparece, a excepción de en el grupo de mayor edad y menos numeroso de la muestra. Parece, por tanto, y salvo sobre lo reseñado para este último grupo de edad, que, en nuestra encuesta, la diferencia en cuanto a porcentaje de estabilidad de los contratos entre ambos sexos se debería a su diferente distribución por edad, y a la mayor presencia de mujeres entre los médicos más jóvenes, que son quienes se ven más expuestos a elevados niveles de temporalidad, que superan el 80% entre quienes tienen menos de 35 años (con elevada presencia en ese grupo de médicos MIR), e incluso el 60% entre quienes se encuentran en su primera década como especialistas.
Más datos
En lo que se refiere al ámbito asistencial han realizado análisis complementarios en los diferentes ámbitos en este sentido que muestran que, en su encuesta, a la cabeza del nivel de temporalidad se encuentra la Urgencia hospitalaria (52,5% de temporalidad), seguida del resto de la atención hospitalaria (45,4%) y del conjunto de la atención extrahospitalaria (35-37%). Así, la temporalidad es más alta en el ámbito urbano que en el rural, en el que predominan los encuestados de estos dos últimos niveles asistenciales.
Además,
la distribución de las respuestas por CC. AA. ha sido desigual, con una importante representación de Galicia, Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Baleares y Navarra, lo que confiere a la procedencia de los resultados una suficiente heterogeneidad al incorporar las perspectivas de facultativos procedentes de diferentes ámbitos geográficos y administrativos, han especificado.
Rechazo de las guardias
Según también han reflejado, un 87% de los médicos que respondieron a la encuesta realizan guardias, aunque prácticamente un 60% de ellos preferiría no hacerlas, y casi un 9% las realiza en un centro diferente al suyo habitual de trabajo.
Además, existe una clara reducción de guardias con la edad, aunque todavía más del 70% de los mayores de 55 años continúan haciéndolas. A pesar de que en esta cohorte predominan los varones, el sexo no parece influir en conjunto sobre la realización o no de guardias, en relación a que un porcentaje mínimamente más elevado de varones hacen guardias en las cohortes, más voluminosas, de mediana edad (93% de varones frente a 90% de mujeres entre 35 y 55 años, datos no mostrados en la gráfica). Y es que, la mayoría de los médicos considera que tienen una repercusión negativa en su vida (sobre todo por interferir con las actividades personales y familiares y por ser perjudiciales para la salud), aunque un porcentaje significativo de las respuestas (23,6%) valora su papel como complemento para sus retribuciones.
Por otro lado, informan que, para los facultativos, las guardias existen más por interés de la Administración que por deseo de los facultativos, que en escasa proporción creen que la mejora retributiva es el motivo real de existencia de este método de trabajo.
El futuro de las guardias
El sistema actual de guardias es considerado correcto por el 41,1% de los facultativos, aunque en su mayoría modificarían su duración, estableciéndola en 12 horas. El resto de los profesionales aboga por el fin de las guardias, o al menos de su obligatoriedad, cubriendo la asistencia mediante turnos de jornada ordinaria de 12 horas complementados con guardias de carácter voluntario.
Eso sí, en cuanto a la jubilación informan que los que han respondido, al constituir un trabajo añadido de forma obligatoria a la jornada laboral de los médicos que las realizan, debería tener una plena consideración en la jornada de trabajo y, por tanto, en los derechos que de ella derivan. Y entre ellos destaca el de la jubilación, en un momento en que la profesión se está haciendo cada vez más consciente de la penosidad de este régimen de trabajo y de sus repercusiones en la salud y en la calidad de vida de los facultativos.
Resultados
Como conclusiones, las guardias médicas son un
asunto muy debatido a nivel profesional. Existe un amplio rechazo de los médicos hacia el actual modelo existente, que se soporta resignadamente como obligación y complemento salarial, han especificado.
Como alternativa, se ofrece un modelo de jornada médica a turnos que cubra de esta manera, y con mayores posibilidades de conciliación familiar, atención sanitaria de urgencia, sin que repercuta negativamente en el nivel retributivo de los profesionales. En este sentido, el mayor apoyo al nuevo modelo procede de los médicos más jóvenes y de los servicios de Urgencia Hospitalaria. Además, el tiempo trabajado en el modelo debe ser considerado para la jubilación, han insistido.
En definitiva, “la búsqueda de un nuevo modelo parece más que necesario a la luz de los datos arrojados. Esta búsqueda debe realizarse con la participación de las organizaciones profesionales que representan a los médicos”. En definitiva, “con esta encuesta ponemos la baraja en movimiento”, porque 'se trata de una reforma que no puede ser a costa del médico”.