Medidas prioritarias para la atención integral a pacientes post-COVID

Clínicos y científicos han podido generar un mayor conocimiento acerca de la COVID-19, su manejo y tratamiento. Es por ello que ahora no solo se trata de atender al paciente en la fase aguda de la enfermedad. También saber cómo abordarlo en el largo plazo, debido a sus secuelas. Con este fin nace un nuevo documento con las medidas prioritarias para la atención integral a pacientes post-COVID. El mismo se ha impulsado por SEDISA, con la colaboración de la Fundación AstraZeneca y la participación de 13 sociedades científicas. Se han observado complicaciones diversas en los pacientes post-COVID. Entre ellas, tromboembólicas, respiratorias, otorrinolaringológicas, cardiacas, osteomusculares, digestivos, neurológicas y cognitivas, endocrinológicas, psiquiátricas, renales, hepáticas y dermatológicas. Todo ello precisa de un abordaje multidisciplinar, protocolizado y equitativo en el Sistema Sanitario.

Atención integral a pacientes post-COVID

El Documento determina cuatro áreas clave y prioritarias. La primera, la clasificación de los pacientes para su seguimiento. También la protocolización del seguimiento clínico de los pacientes post-COVID. Continúa con el fortalecimiento de la coordinación asistencial y acaba con el el registro de información clínica. El mismo se ha elaborado con los datos del análisis relativo a los 15.000 primeros pacientes del registro clínico SEMI-COVID-19. La gran variedad de síntomas y perfiles de pacientes hace necesaria la coordinación entre especialidades médicas. También la necesidad de definir un modelo de clasificación de pacientes que atienda a criterios lo más objetivos posible. Todo para reducir la variabilidad en la práctica clínica y conseguir la máxima equidad. Así, en la valoración integral de los pacientes post-COVID deben participar todas las especialidades médicas y los centros socio sanitarios. El documento finaliza precisamente con 10 recomendaciones globales para el seguimiento de pacientes post-COVID.  Las mismas tratan de dar respuesta a las necesidades variables que presenta este colectivo, pero también a retos generales del propio modelo sanitario.