A un mes del Día internacional del Cáncer Infantil, el doctor Alberto Olaya Vargas, oncólogo pediatra y jefe de la Unidad de Trasplantes de Médula Ósea y Terapia Celular del Instituto Nacional de Pediatría, responde en exclusiva para El Médico Interactivo México sobre el panorama de México ante esta…
A un mes del Día internacional del Cáncer Infantil, el doctor Alberto Olaya Vargas, oncólogo pediatra y jefe de la Unidad de Trasplantes de Médula Ósea y Terapia Celular del Instituto Nacional de Pediatría, responde en exclusiva para El Médico Interactivo México sobre el panorama de México ante esta enfermedad que representa el 5 por ciento del total de cánceres en el mundo.
La curación depende del nivel de desarrollo económico
El cáncer infantil representa un problema de Salud Pública debido a su alta mortalidad en relación con países en desarrollo, economías medias y bajas, en los cuales cuya sobrevida y curación no sobrepasa el 60 por ciento, mientras que en países avanzados es una enfermedad con tasas de curación entre el 80 y 90 por ciento.
En México hay diferentes tasas de curación y esto depende del área geográfica en la que se encuentren, es mayor si hablamos de la zona centro, la estimación se acerca al porcentaje de los países desarrollados, mientras que en el sur del país no asciende el 50 por ciento. La media a nivel país no rebasa el 62 por ciento.
Las estadísticas prevén que para el 2030 el 80 por ciento de los niños con cáncer estarán en países con economías bajas y medias, lo que significa que solo el 20 por ciento de los niños con esta enfermedad tendrán una probabilidad alta de curación.
Los tipos de cáncer más comunes en México
Según datos de la Secretaría de Salud, el 52 por ciento de todos los cánceres infantiles es la Leucemia Aguda Linfoblástica, con una tasa de 4.6 por cada 100.000 habitantes hasta los 18 años, lo que supera la estadística mundial que oscila en el 32 por ciento. Actualmente se sabe que México tiene una relación genética con esta frecuencia, además de características de mayor agresividad y peor pronóstico.
En segundo lugar, los tumores ubicados en en el sistema nervioso central y la médula espinal. Mientras que los linfomas hodgkin y no hodgkin que se presentan el sistema linfático, es decir en los ganglios o en las células inmunológicas privadas de estos ganglios, representan el tercer lugar en este enfermedad.
La mayoría de los cánceres suelen ser detectados de manera tardía por la negativa de los niños o adolescentes a asistir al doctor y reportar sus síntomas a los adultos.
Relación genética con la Leucemia Aguda Linfoblástica
A través de estudios realizados en Estados Unidos sobre población mexicana se ha demostrado que la alteración es ARID5B muestra casos de mayor riesgo para desarrollar éste tipo de cáncer, además de una resistencia significativa en el tratamiento
En estudios realizados en el INP se ha encontrado un incremento en la expresión del cromosoma Philadelphia Likeque también le da una resistencia importante a los tratamientos y se liga con un pronóstico desfavorable.
La obesidad infantil como factor de riesgo
Hay muchos estudios que han demostrado que la obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer debido a la gran cantidad de adipocitos o grasa acumulada, ya que no es una grasa inerte, sino que es un tejido vivo con la capacidad de expresar una serie de sustancias inflamatorias que incrementan el riesgo de daño tisular y aumenta el consumo de oxígeno en las células, lo que define un riesgo elevado de desarrollar células de cáncer.
El sobrepeso infantil también obliga a que los tratamientos sean más agresivos y tóxicos ya que se ajustan de acuerdo con el peso del paciente y suele decrementar los resultados de los tratamientos.
Tratamientos innovadores
Actualmente, los tratamientos ya no se limitan a la quimioterapia, a la radioterapia o a la cirugía, ahora se desarrollan las terapias dirigidas a través de anticuerpos monoclonales específicos contra la enfermedad a través de una detección de antígenos de la neoplasia para activar el sistema inmunológico en contra de las células cancerosas.
La terapia blanco son medicamentos específicos relacionados con la patogénesis o el desarrollo de la enfermedad y están dirigidas a las células enfermeras, lo cual incrementa la eficacia y disminuye la toxicidad.
La terapia celular también ha dado resultado, como ejemplo el trasplante de médula ósea, que en conjunto con la terapia génica puede modificar estas células y programarlas para un ataque específico que reconozca y ataque sólo las células neoplásicas, por ejemplo, los linfocitos T quiméricos o TCARS por sus siglas en Inglés.
Se recomienda no abandonar cualquiera de los tratamientos que se hayan indicado para favorecer el panorama de los niños y adolescentes diagnosticados.
Los 7 datos de sospecha de cáncer que favorecen el pronto diagnóstico
Aunque no hay síntomas específicos para e cáncer infantil, la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica (SIOP) pide especial atención a estos 7 síntomas que pueden aparecer juntos o de manera independiente:
-Fiebre persistente que no responde a medicamentos por más de 2 o 3 semanas.
-Pérdida de peso de manera inexplicable en un corto periodo de tiempo.
-Pupilas con reflejo blanco.
-Crecimiento en alguna parte del cuerpo que se asemeje a alguna tumoración.
-Dolores persistentes en cualquier parte del cuerpo.
-Pérdida de la función de algún tejido por aumento o distensión abdominal.
-Dolor de cabeza persistente o alteración del sistema nervioso.