Un estudio presentado en el Congreso de la SEC indica que la gran mayoría de los casos evolucionan de manera favorable
21 de octubre 2022. 2:49 pm
Un estudio presentado en el Congreso de la Salud Cardiovascular, organizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), concluye que la gran mayoría de los casos de miocarditis y pericarditis asociados a las vacunas contra la COVID-19 evolucionan de manera favorable y sin complicaciones. Pablo…
Un estudio presentado en el
Congreso de la Salud Cardiovascular, organizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), concluye que la gran mayoría de los casos de miocarditis y pericarditis asociados a las vacunas contra la COVID-19 evolucionan de manera favorable y sin complicaciones.
Pablo Pastor Pueyo, primer firmante del trabajo, ha comentado que un pequeño número de personas puede desarrollar enfermedad inflamatoria cardiaca tras la administración de la vacuna COVID-19. “El objetivo de nuestra investigación ha sido conocer la presentación clínica y la evolución de los pacientes”, ha dicho.
Miocarditis y pericarditis asociados a las vacunas COVID
Los casos de enfermedad inflamatoria cardiaca (miocarditis y pericarditis) tras la administración de la vacuna contra la COVID-19
afectan mayoritariamente a hombres jóvenes y aparecen especialmente en la primera semana tras la administración de la segunda dosis de una vacuna del tipo ARN mensajero.
El estudio ha incluido a 139 pacientes de 27 hospitales españoles diagnosticados con miocarditis o pericarditis aguda. Si bien, los síntomas han aparecido dentro de los 30 días posteriores a la administración de cualquier vacuna contra la COVID-19. La segunda dosis de la vacuna contra la COVID-19, concretamente del tipo ARN mensajero, fue la que más se asoció con enfermedad inflamatoria cardiaca.
Los síntomas aparecieron de media cuatro días después desde la administración de la vacuna.
El 81% de los afectados eran hombres con una mediana de edad de 28 años, según el informe presentado en el
Congreso. De todos ellos, el 81% necesitó un ingreso de media cinco días. “La mayoría cursó con síntomas leves y,
aunque el 8,6% de los pacientes ingresados sufrió al menos una complicación grave durante la fase aguda inflamatoria, ninguno falleció”, ha informado Pastor Pueyo. La mayoría de los pacientes se trataron con antiinflamatorios no esteroideos y colchicina.