¿Cuáles van a ser los próximos pasos a seguir dentro del Plan Estratégico de FACME?
Las actuaciones que va a desarrollar FACME son, en parte, una continuidad de la anterior junta directiva, que aprobó y suscribió el acuerdo marco firmado entre el Foro de la Profesión Médica y el Ministerio de Sanidad el pasado verano. Sin duda alguna, la gestión clínica es el ámbito de actuación en el que FACME va a tener mayor protagonismo. Queremos consensuar los diferentes puntos de vista sobre su futuro desarrollo e implementación en las diferentes áreas asistenciales de nuestro sistema sanitario. Los profesionales sanitarios somos los mayores conocedores de este asunto, que debe hacerse de la manera más eficiente posible.
¿Cómo van estos trabajos?
Esperamos poder contar con una propuesta de mínimos consensuada por la profesión médica y la Administración sanitaria en un tiempo razonable. Su posterior implementación deberá hacerse a través de los servicios autonómicos de salud, adaptándose en cada caso a las peculiaridades de cada región. Se trata de hacer un traje a medida en el que todos nos sintamos confortables, redundando en el beneficio final del paciente.
¿Hay algún un modelo autonómico a seguir?
Bien es cierto que se han puesto en marcha algunas experiencias de gestión clínica a nivel autonómico en los últimos tiempos, pero es el momento de dar pasos más decididos y sustanciales en este terreno. Así, por ejemplo, habría que definir e implementar una serie de herramientas de desarrollo y de medición de la eficiencia que permitan monitorizar la actividad de las unidades de gestión clínica. También es vital la transparencia, de tal manera que toda esa información no se quede en los profesionales sanitarios y llegue inmediatamente a la Administración sanitaria a través de los gerentes de los hospitales y de los centros de salud. Este proceso puede desarrollarse perfectamente y no tiene que conllevar necesariamente cambios estructurales importantes.
¿Va a haber nuevas incorporaciones a FACME?
Vamos a hacer todo lo posible por incorporar a aquellas pocas sociedades científicas que todavía no están en FACME, como la Sociedad Española de Neurología o la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica.
¿Organizará FACME este año sus tradicionales jornadas?
Queremos organizarlas en torno a abril o mayo, y girarán en torno a la gestión clínica, como no podría ser de otra manera.
¿Qué otros temas son prioritarios para FACME?
Nos preocupa la recertificación de los conocimientos y habilidades de los profesionales sanitarios, así como su desarrollo profesional continuo. Ambas tareas, que corresponden claramente a las sociedades científicas, se tendrán que llevar a cabo en algún momento. Quizás puedan tener carácter voluntario en un principio, pero la misma sociedad acabará demandando su obligatoriedad en el futuro, a través del Ministerio de Sanidad, de los servicios de salud o de la Organización Médica Colegial (OMC).
¿Qué otros asuntos del panorama sanitario actual le preocupan especialmente?
Estoy realmente preocupado por la deriva del Sistema Nacional de Salud. La Ley General de Sanidad debe ser realmente consecuente y aplicable, garantizando la universalidad, la equidad, la calidad y la cohesión de la asistencia sanitaria. No cabe duda de que los recortes están afectando a todos estos términos. También es cierto que el SNS puede salir lógicamente debilitado ante la actual situación de crisis económica si no desarrolla los cambios necesarios para adaptarse a este nuevo escenario. El modelo asistencial debe reorientarse para ser más eficiente y sostenible.
¿Qué opinión le merece el recién anulado proceso de externalización sanitaria de Madrid?
FACME ya se pronunció claramente en contra a finales de 2012. Hoy más que nunca, creemos que no es el camino a seguir para asegurar la asistencia sanitaria pública de los ciudadanos madrileños. No estamos diciendo que la prestación de servicios sanitarios a través de entidades privadas sea mala, sino que no se sabe con certeza si va a resultar coste-efectiva.
¿Cómo valora la trayectoria del Foro de la Profesión Médica?
Es un lugar de encuentro muy útil en el que no se defiende ningún corporativismo médico, sino que se discuten los diferentes problemas, debilidades, amenazas y oportunidades de la profesión médica en el momento actual. No sólo sirve para reflexionar y discutir sobre estos asuntos, sino también para elaborar propuestas en torno a ellos. Así, por ejemplo, muy recientemente se ha elaborado un posicionamiento en contra del excesivo número de estudiantes y facultades de Medicina que tiene España, por iniciativa de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina y del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina. No podemos permitirnos el lujo de formar a médicos, con todo el coste que ello supone, para condenarlos después al paro u obligarles a emigrar al extranjero para poder ejercer su profesión.
¿Cuáles van a ser los próximos pasos a dar dentro del acuerdo marco?
Hay que darle contenido y desarrollarlo en sus tres grandes capítulos: pacto por la Sanidad y el SNS; desarrollo profesional y Recursos Humanos; y gestión clínica. Precisamente, hay una comisión de seguimiento que está supervisando el cumplimiento de los diferentes objetivos planteados en el acuerdo marco. Paralelamente, se tendrán que ir desarrollando las normativas necesarias para alcanzar dichos logros.
¿Le ve futuro a todo esto?
Quiero vérselo. Espero que no perdamos el tiempo, aunque soy consciente de que no es una tarea fácil porque intervienen muchos y diversos agentes, entre los que se encuentran tres ministerios: Sanidad, Economía y Hacienda.
¿Habría que implicar en el acuerdo a las autonomías?
Ya se presentó y aprobó este acuerdo en el Consejo Interterritorial del SNS, y entiendo que lo que se decrete a este respecto será de obligado cumplimiento en todas las comunidades autónomas. El Gobierno central, avalado por su mayoría absoluta en Congreso y Senado, no tiene excusa para no llevar a buen puerto las medidas que considera necesarias, y así lo hemos creído también desde el Foro de la Profesión Médica.
¿Qué opina del copago hospitalario y de la rebeldía de algunas comunidades autónomas?
Experiencias previas llevadas a cabo en otros países, como Alemania o Dinamarca, no han satisfecho ninguno de los objetivos con los que se suele implantar el copago, ya sea hospitalario o farmacéutico: ni se reduce la frecuentación ni se recauda una cantidad económica significativa. Si se quiere sensibilizar a la población del gasto sanitario, y más concretamente del hospitalario, soy partidario de medidas menos agresivas, como la factura sombra, que da a conocer al ciudadano la dimensión económica de la atención sanitaria que recibe.
¿Cuáles son las perspectivas de FACME con respecto a la troncalidad?
Desde un punto de vista conceptual, la troncalidad hará más sólida la formación de nuestros futuros médicos, permitiéndoles moverse transversalmente en diferentes especialidades. Esto es algo positivo siempre y cuando el aumento del periodo troncal no merme, al menos sustancialmente, la formación específica de cada especialidad. Intentar consensuar especialidades de tan diferente índole no es fácil. Lógicamente, ha habido especialidades que se han quedado fuera porque no tenía sentido su inclusión, pero la mayoría de ellas han entrado en el proceso. Estoy seguro de que nada de esto es irreversible y de que tanto el contenido de los programas formativos como la propia duración de la especialidad podrán modificarse posteriormente a propuesta de las comisiones nacionales de las especialidades si así lo ven necesario, ya que la medicina evoluciona continuamente.