El aumento de la actividad física entre las mujeres que padecieron diabetes mellitus gestacional (DMG) puede reducir el riesgo de progresión a diabetes mellitus tipo 2 (DM2), según concluye un estudio cuyos resultados publica 'JAMA Internal Medicine'.
Alrededor de un tercio de las mujeres en edad reproductiva con DM2 tienen una historia de GDM, por lo que un diagnóstico de GDM puede proporcionar una oportunidad para que estas mujeres conozcan la existencia de un incremento del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y tomen medidas para tratar de evitar que esto suceda en el futuro.
Los autores de este trabajo examinaron el papel de la actividad física, ver la televisión y otras actividades sedentarias, junto con cambios en estos comportamientos, en la progresión de GDM a DM2. El estudio incluyó a 4.554 mujeres del 'Nurses Health Study II', que tenían antecedentes de DMG y fueron seguidas desde 1991 hasta 2007.
Los científicos detectaron 635 casos de DM2. Cada aumento en el equivalente a 5 horas metabólicas a la semana (MET-h/wk), lo que supone alrededor de cien minutos por semana de actividad física de intensidad moderada o 50 minutos por semana de actividad física intensa, se asoció con un riesgo un 9 por ciento menor de DMT2.
Las mujeres que elevaron sus niveles totales de actividad física conforme a la recomendación del Gobierno federal de 7,5 MET-h/wk o más (equivalente a 150 minutos por semana de actividad física de intensidad moderada o 75 minutos por semana de actividad física intensa) presentaban un 47 por ciento menos de riesgo de diabetes tipo 2.
Mientras que un aumento de la actividad física se relacionó con un menor riesgo de diabetes tipo 2, un incremento en la cantidad de tiempo dedicado a ver la televisión se vinculó con un mayor riesgo de progresión a diabetes tipo 2, según se vio en este estudio.
'Estos hallazgos lanzan un mensaje de esperanza a las mujeres con antecedentes de DMG de que, a pesar de que se encuentran en riesgo excepcionalmente alto de diabetes tipo 2, llevar un estilo de vida activo puede reducir esas probabilidades', señala el autor principal, Wei Bao, del Instituto Nacional Eunice Kennedy Shriver de Salud Infantil y Desarrollo Humano, de los Institutos Nacionales de Salud norteamericanos.
