Investigadores del Instituto Wyss de Ingeniería, de la Universidad de Harvard, han desarrollado una nueva estrategia biomimética cuyo objetivo son los vasos sanguíneos obstruidos; la nanoterapia disuelve los coágulos de sangre antes de que causen daños graves o, incluso, la muerte. Este nuevo enfoque terapéutico minimiza los efectos secundarios que actualmente limitan el uso generalizado de fármacos anticoagulantes.
Los resultados de la investigación, publicados en la revista Science, tienen importantes implicaciones para el tratamiento de las principales causas de muerte, tales como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y embolia pulmonar, causados por la obstrucción vascular aguda.
La inspiración para el enfoque vascular nanoterapéutico procede de la manera en que las plaquetas normales se adhieren con rapidez a las paredes de los vasos, contribuyendo al desarrollo de placas ateroscleróticas. La nanoterapia vascular es un agregado de nanopartículas biodegradables que han sido revestidas con el fármaco anticoagulante, activador del plasminógeno tisular (tPA).
La interrupción del flujo normal de sangre al corazón, los pulmones y el cerebro, debido a la trombosis, es una de las principales causas de muerte y discapacidad, a largo plazo, en los adultos del mundo en desarrollo. Hoy en día, los pacientes con embolia pulmonar, derrames cerebrales, insuficiencia cardiaca, y otros tipos de trombosis agudas, son frecuentemente tratados con dosis sistémicas de gran alcance para disolver los coágulos. Debido a que estos medicamentos pueden causar sangrado grave y, a menudo, mortal, ya que circulan libremente por todo el organismo, el tamaño de la dosis administrada a cualquier paciente es limitado, debido a que su eficacia debe ser su el riesgo.
La nueva nanoterapia, sin emabrgo, tiene el potencial de superar estas limitaciones con eficacia. Al dirigirse y concentrarse el fármaco en el lugar exacto de la obstrucción de los vasos sanguíneos, el equipo de Wyss ha sido capaz de lograr una mejor supervivencia en modelos experimentales con vasos pulmonares obstruidos, con menos de una quincuagésima parte de la dosis terapéutica normal, lo cual debería traducirse en menos efectos secundarios y una mayor seguridad. Esto plantea la posibilidad de que, en el futuro, se pueda administrar esta nanoterapia, de inmediato, a cualquier persona sospechosa de tener un coágulo sanguíneo potencialmente mortal en un órgano vital, incluso antes de que llegue al hospital.
