Se habla mucho de la entrada de la innovación, y poco de la innovación que ya ha entrado, y en realidad la una está estrechamente ligada con la otra, ya que muchas veces la evaluación de estos últimos generaría ahorros para hacer nuevas inversiones. Es por ello que Carlos Lens, subdirector general de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios del MSSSI, en el marco del XIII Aula Bayer, quería remarcar que 'hay una especie de mano invisible, que va dejando atrás aquello que va siendo superado, pero esto no es suficiente, necesitamos armarnos mejor para evaluar lo que ya tenemos y estamos haciendo'. Así el experto del MSSSI mostraba su preocupación ya que 'cada vez que veo determinados medicamentos con décadas a las espaldas, y con mejores opciones terapéuticas, me pregunto si estamos siendo eficientes'.
Pese a todo ello, Lens explicaba que dentro del marco de la Comisión Interministerial de Precios el grupo de trabajo encargado de elaborar un nuevo documento donde se definirá el concepto de innovación ya ha preparado un borrador del mismo, que mientras él pronunciaba estas palabras ya estaba siendo valorado por el pleno de la Comisión. De esta manera se pretende mejorar la capacidad de financiación, ya que como señalaba el moderador de la mesa, José Luis Poveda, presidente de la SEFH, 'la financiación y la autorización estaban separados, pero coincidían en casi un 90 por ciento, la financiación selectiva era poco selectiva, y era necesario poner un marco práctico a aquello que ya estaba contemplado en el marco legal'. Si bien Carlos Lens no quería adelantar detalles respecto a este borrador, debido a los cambios que pudieran hacerse sobre el mismo, sí que comentaba que 'hemos prestado atención tanto a los aspectos cualitativos como los cuantitativos, para que en un futuro próximo podamos ser mucho más precisos'. Igualmente, respecto a su propia visión de la innovación, Lens opinaba que 'hay que contemplarla en dos aspectos, en el beneficio clínico incremental y en la evaluación de reacciones adversos, es decir, que mejore los resultados en salud y minore el daño de la acción terapéutica'.
Los IPT aún a debate
Otro tema que salía a coalición en la mesa, era nuevamente el de los Informes de Posicionamiento Terapéutico, y es que si bien expertos volvían a poner de manifiesto la necesidad de incluir criterios económicos, sobre el coste aceptable del fármaco, o el coste en comparación con otras opciones terapéuticas, la Industria, de mano de Jordi Sánchez Rodríguez, director de Unidad Hospitalaria de Bayer Hispania, aquejaba de que los IPT han supuesto nuevos retrasos en los plazos de obtención de precio y financiación del fármaco. Si bien Carlos Lens le respondía al experto que 'seamos coherentes, igual que la Industria hace bien en reclamar mejoras en los tiempos, cuando les va a salir un no, que no pidan que se les quede dormido el expediente'.
Se involucraba también en este debate, desde el punto de vista del profesional, Antonio Llombart, secretario de la SEOM, que aportaba que si bien sí que hay una percepción de que los IPT van a ser más eficientes, los actores aún tienen la sensación de que están ayudando a retrasar los plazos un poco más, aunque desde su propia opinión, 'me siguen pareciendo unos IPT un poco simples, que no acaban de dar todas las claves para optimizar los recursos'.
Innovación no sólo en fármacos
Más allá del debate sobre los fármacos innovadores, la mesa contribuía a abrir nuevos frentes, como es la innovación en nuevas tecnologías. A este respecto intervenía Miguel Ángel Máñez, director de gestión del Complejo Hospitalario de Toledo, 'el problema de las tecnologías en España es que son proyectos muy pequeños, vivimos en un mundo de proyectos piloto que no llegan a nada'. Así el experto ponía de manifiesto que los gestores, en cuestión de innovación 'no tenemos herramientas, a veces nos sentimos un poco huérfanos'. En este sentido surgía de nuevo el debate entre que si bien el Ministerio autoriza, las CC.AA. financian y los hospitales gestionan, y falta coordinación entre estos tres niveles, porque al final las medidas tomadas se basan, según Máñez en 'herramientas muy locales y casi más basadas en la imaginación que en la realidad normativa'.