Dolors Fusté Rodríguez es la única enfermera de la Unidad del Dolor del Hospital General Universitario de Valencia, a donde llegó en 2013 procedente de la Unidad de Endoscopias; en total, suma 41 años de carrera profesional. “Para mí, ha supuesto un reto. El paciente con dolor es difícil, porque requiere mucha atención. No es fácil disminuir su sufrimiento, pero cuando lo consigues es un paciente muy agradecido y vale la pena todo el esfuerzo”, asegura.
¿Cómo es el paciente con dolor neuropático localizado (DNL) que llega a la Unidad del Dolor del Hospital General de Valencia?
Algunos vienen remitidos de otras especialidades, como Traumatología, Oncología o Neurocirugía, con patologías diferentes. También tratamos a pacientes con dolor que no tienen un motivo aparente (dolor neurológico),pero afecta a su calidad de vida; son estos últimos los que más tardan en llegar a la unidad por la falta de un diagnóstico claro o asociado. Cuando llegan a la Unidad han pasado varios meses, incluso años, debido sobre todo al tipo de dolor y a la larga espera por la demora de la atención por saturación del sistema sanitario.
¿En qué situación física y mental se encuentra?
Cuando el paciente llega a nuestra unidad está derrotado por el dolor, sufre un dolor continuo, con una mala respuesta a los tratamientos orales, polimedicado y suele ir asociado a otros signos y/o síntomas como el trastorno del sueño, depresión o ansiedad, que derivan en problemas sociales y laborales, ya que cada vez más afecta a una población más joven.
¿Cuáles son las principales funciones de las enfermeras en la atención de estas personas?
Nuestra principal función es la atención directa e individual, queremos que se sienta atendido y escuchado. Su centro es su dolor, solo su dolor, por lo que hay que ofrecerle no solo nuestra mejor atención en cuanto a la técnica, sino que también debemos proporcionarle recomendaciones asociadas a dicha técnica. Las enfermeras somos el nexo de unión con el resto de los profesionales de la unidad, que es multidisciplinar.
¿Qué formación específica necesitan las enfermeras en el abordaje de este dolor? ¿En qué beneficia al paciente la especialización de estas profesionales sanitarias?
La formación específica es fundamental, ya que el profesional de Enfermería de la Unidad del Dolor debe tener conocimiento de las técnicas que se realizan y de los tratamientos específicos del dolor en todos sus niveles.El paciente con dolor crónico no esfácil de atender y comprender; por ello,es importante la observación, escuchar y saber realizar las preguntas adecuadas para detectar situaciones no deseables.
¿En qué consisten los tratamientos más habituales para el paciente con dolor neuropático localizado? ¿De qué manera intervienen las enfermeras en ese tratamiento?
Los tratamientos son las infiltraciones en todos los campos, tratamientos RF específicos, neuromodulación, perfusiones intratecales y tratamientos no invasivos como la iontoforesis, RF transcutánea, aplicación del parche capsaicina. La intervención es directa o compartida con el médico, dependiendo de la técnica a realizar.
¿Cuáles son los principales tratamientos no farmacológicos que se emplean en su Unidad del Dolor?
En la unidad tenemos la consulta de Psicología específica para el manejo del dolor.
¿Cómo influye el insomnio o los problemas para dormir en el paciente con DNL?
Un dolor continuo mal manejado impide el descanso y la conciliación del sueño, y esto hace que el centro de atención sea el dolor, por lo que es necesario abordarlo. Se trata de una espiral: dolor, insomnio, más dolor.
¿Cuál es la importancia del abordaje multidisciplinar en los pacientes con dolor neuropático localizado?
Es vital disponer de una atención multidisciplinar. El dolor no solo debe tratarse con terapias y/o fármacos, sino que debe abordarse con técnicas de manejo del dolor por uno mismo, hay que educar al paciente en terapias que le ayuden a manejar su dolor.
¿De qué manera se puede fomentar el autocuidado del paciente?
Con educación sanitaria. Hay que enseñarle a quererse, a que se esfuerce. El dolor no solo se lo va a quitar o disminuir con la técnica realizada, sino que tiene que esforzarse a hacer ejercicios y terapias para mejorar. El paciente con DNL llega a la Unidad con unas expectativas muy altas, piensa que le vamos a quitar el dolor por completo,por lo que cualquier mejora que obtienen no la valoran como tal. Tenemos que trabajar en estas percepciones, porque una pequeña mejoría es un gran triunfo. La patología sigue ahí, pero tiene menos dolor.En las unidades del dolor no se cura, sino que se trabaja para disminuir o quitar el dolor el mayor tiempo posible.
¿Qué propuestas plantea para mejorar el abordaje del paciente con DNL?
Es necesaria más conciencia por parte de las instituciones de que el dolor se puede tratar. No es algo que se percibe,sino que existe y hay que tratarlo lo antes posible y no cuando el paciente está en una situación desesperada. También creo que es preciso instaurar protocolos de acción conjunta con diferentes especialidades ante el dolor DNL, así como proporcionar las condiciones necesarias de personal y medios para que las unidades del dolor sean eficaces ante este gran problema, el DNL. Recordemos que el alivio del dolor es un derecho humano universal reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Necesitamos protocolos de acción conjunta con diferentes especialidades para abordar el dolor neuropático localizado”
Dolors Fusté, del Hospital General de Valencia, pide también “facilitar las condiciones necesarias de personal y medios para que las unidades del dolor sean eficaces”
Eva Fariña
3 de octubre 2019. 11:55 am