Con una gran trayectoria dentro de la profesión y del SNS, Miguel Carrero opina que la Medicina se ha deshumanizado, pero que la crisis puede ser una oportunidad de mejora, para optimizar más los recursos, y para dar mayor libertad, y con ello, mayor responsabilidad, al profesional sanitario. Como presidente de PSN cree que es importante tomar el pulso a los mutualistas, y avanzar en retos como incluir en su mutua a otras profesiones universitarias.
Usted es ante todo un médico, que proviene de una familia de médicos, y que deja de legado a un hijo médico, ¿cómo ha cambiado la profesión durante estos años?
Los cambios han sido brutales, por la intensidad y por la rapidez del propio cambio, lo que me hace pensar que el futuro de la Medicina puede ser imprevisible. Así está por ejemplo el avance de la Medicina social y de la Medicina genómica. Pero también hay cosas negativas, como por ejemplo que se ha deshumanizado y que el ejercicio de la profesión ha perdido libertad, y con ella, responsabilidad.
Es por eso quizás que una de sus frases es que 'cada vez hay menos médicos y más trabajadores de la salud', ¿podría explicarla?
Antes el médico era un profesional liberal, y hoy se define por ser un asalariado, un funcionario, lo que le resta libertad y capacidad de decisión. El médico para mí es una persona que tiene una gran vocación y capaz de empatizar con el paciente, sin embargo hoy no se trata tanto al enfermo como a las enfermedades, se pasa a prestar un servicio, perdiéndose la vocación de entrega y sacrificio por el enfermo, con la consiguiente pérdida y/o falta de calidad.
¿Diría que los médicos son hoy un colectivo desilusionado?
Diría que es más bien un colectivo maltratado. Y la culpa de ese maltrato la tienen los intermediarios, es decir, todo lo que se ha interpuesto entre el médico y el paciente. El paciente sigue teniendo confianza y entrega hacia el médico, y el médico empatiza por vocación con ese paciente, por lo que se debería potenciar más. La Medicina tecnológica y social no tienen por qué ser incompatibles con la Medicina humanizada. Para ello es absolutamente necesario que las gerencias contribuyan a ello, siendo más profesionales que políticas.
Ese es otro de los puntos. Está claro que la Sanidad está politizada, ¿cómo podemos mejorar eso? ¿Con un Pacto por la Sanidad?
No soy nada optimista en este sentido, porque para mejorar todo esto lo que tendría que pasar es que madurase la democracia, y lo que tenemos actualmente es una democracia fundamentada más en la igualdad que en la libertad. Me explico, hoy tendemos a una igualdad de derechos sean cuales sean los méritos, es decir, una igualdad de llegada, no de salida, de manera que todo lo que hay por el medio, como el esfuerzo, el mérito y la capacidad quedan anulados o no se consideran. La democracia en libertad, sin embargo, fomenta el mérito y el estímulo, haciendo más responsables a los individuos, a diferencia de la democracia en igualdad que los hace más súbditos. Traspasando esto a la Sanidad, lo que debe prevalecer son los méritos que mejoran la Sanidad social.
Y todo este problema, ¿también está presente al nivel de la microgestión?
Sí, desde el momento en el que los gerentes son nombrados no por méritos sino por tendencias políticas, se politiza toda la gestión de un centro. Si sumamos a esto la falta de unificación de la Sanidad, que ahora está desmembrada en 17 sanidades distintas, supone que haya unas desigualdades muy grandes. Se presume que el sistema sanitario es universal, gratuito, y equitativo, y no es ninguna de las tres cosas. Ninguna de las principales virtudes que se le achacan al sistema público de salud es cierta.
Hablando de los 17 sistemas de salud. Entre las actividades que realizan conjuntamente PSN y la Fundación Ad Qualitatem están los ciclos sobre la calidad del SNS en los que han intervenido gran cantidad de consejeros de Sanidad, ¿cuál ha sido su conclusión tras los mismos?
Hemos invitado a consejeros de diferentes comunidades, y hemos podido comprobar que hay muy buenas cabezas pensantes, pero ni por asomo pueden hacer lo que deben, ni desarrollar sus propios programas. El momento ha sido muy difícil económicamente y recortar es muy difícil. Se abusó del sistema de endeudamiento y ahora hay que ajustarse a unos presupuestos con toda una estructura montada, lo que es difícil. Pero es que además tienen que hacer rentable la Sanidad, ya no económicamente, sino en votos. En este sistema político es absolutamente imposible que la Sanidad cambie a satisfacción.
¿Cuál es su opinión del Consejo Interterritorial?
De poco sirve sino es más operativo y resolutivo. No tiene sentido reunirse para que todo el mundo se levante diciendo que hará lo que le dé la gana. Ni siquiera por una cuestión profesional, sino por discrepancias políticas.
Pero el desencanto no viene sólo de la gestión política. En su trayectoria profesional también ha desempeñado una importante labor dentro de las organizaciones colegiales, ¿por qué existe hoy esa desafección por los colegios médicos?
Los colegios están muy ninguneados por la Administración, están totalmente devaluados, y en el momento en el que no tienen unas competencias reales tienen que hacer cosas que no les son propias. Es una lástima que instituciones que podrían prestar una gran ayuda y colaborar de una manera muy eficiente no lo hagan. Pero es muy importante conservarlas porque yo tengo la esperanza de que un día sí lleguen a ser útiles.
Y abriendo un poco el foco, ¿qué repercusiones ha tenido la crisis en la Sanidad? ¿Ha salido reforzada o empobrecida?
Creo que hemos salido reforzados, y es paradójico, porque estamos peor. Como en todas las enfermedades, antes de la recuperación hace falta una crisis. El sistema anterior de 'chorro libre' no iba a ninguna parte y fomentaba la falta de optimización, solo se tapaban los problemas con más dinero. No tenía sentido que en una institución privada se hicieran cinco operaciones en el tiempo en el que en la pública se hacían dos. Por tanto, hemos ganado en la idea de optimizar con menos recursos, se han incorporado métodos más eficaces de gestión o al menos asumido esa necesidad.
¿Y qué otros cambios propondría un experto en Sanidad como usted para mejorar el SNS?
La Sanidad tiene tres patas para resolverse. La primera es reconquistar la libertad del médico para ejercer su profesión con responsabilidad; la segunda es la libertad del propio paciente, es decir, la libre elección a nivel nacional; y la tercera es la libertad de los que nos gobiernan, porque hoy están atrapados y no tienen libertad en lo que es su verdadero cometido, que es garantizar y controlar, no gestionar.
De hecho suele ser un ferviente defensor de la Sanidad privada, ¿por qué?
Porque es más imaginativa, más creativa, más resolutiva, etc. Pero aquí no hay Sanidad privada, en el sentido de que está muy mediatizada por la institución de la Sanidad pública, pseudouniversal, que obliga a que algunos tengan que pagar dos veces a la Sanidad. Tienen que ir a pagar una póliza de seguros que siempre les es gravosa, y las compañías están jugando a esa guerra de precios, y dan, desde mi punto, de vista una calidad que no se corresponde con lo que podría ser una buena Medicina. Eso está mediatizando todo. Pero los pacientes están contentos con la Sanidad privada a pesar de todo, y la mejor demostración es que los funcionarios públicos, que tanto apuestan por lo público, eligen la privada.
¿Habría entonces alguna forma de coger lo mejor lo de la pública y lo mejor de la privada y conjugarlo?
Conseguir la libertad, reglas de juego justas para unos y para otros, que haya libre competencia entre hospitales públicos y privados y que según lo resolutivo que se sea así se tengan los medios. Lo que se gestiona es de todos, lo menos que podemos pedir es que se gestione bien y que se nos rinda cuentas. No depender sólo de un voto cada cuatro años, que haya algo más.
Pasando a su labor dentro de PSN, ¿de qué diría que se siente más orgulloso?
Del colectivo de mutualistas, que además tiene una gran empatía con la entidad. Es un colectivo que casi no nos lo merecemos, por eso seguimos trabajando para que sea así. El profesional, el compañero, está en el centro de toda nuestra atención, lo que ha generado que tengamos una empresa que yo considero modelo. Tenemos nuestros problemas y aspectos por mejorar y avanzar, pero creo que es una empresa para sentirse orgulloso. Para ello contamos con más de 600 trabajadores, y seguimos incorporando las mejores tecnologías, para mejorar la gestión de la administración. Ejemplo de todo este esfuerzo es que nuestros fondos de pensiones ocupan las tres primeras plazas en el ranking de fondos de pensiones de este país. Por último, está nuestro valor añadido, que es invertir en obras que beneficien a los asegurados, como escuelas infantiles, residencias, temas de calidad, proyectos de protección de datos, etc.
En su nueva estrategia están buscando ampliar la oferta para que el profesional no tenga que salir de PSN para ver todas sus necesidades cubiertas, ¿podría perfilar mejor cuál será esta nueva oferta?
Nosotros estamos convencidos de que lo que estamos dando lo estamos dando bien, por lo que el objetivo ahora es ampliar, para que el profesional encuentre aquí todas las soluciones posibles. Uno de nuestros estándares es la flexibilidad, conseguir hacer un traje a medida de cada mutualista según sus necesidades, y para poder lograrlo necesitamos una gama amplia de productos, teniendo en cuenta que contamos con 110.000 mutualistas.
Igualmente, se va a apostar por una mejora de la comunicación con los mutualistas y por una mayor cercanía con los mismos, ¿cómo va a hacerse?
La comunicación es uno de nuestros puntos fuertes, porque estamos ahí con los profesionales, pero siempre existe el riesgo de perder esa perspectiva cuando te sientas del otro lado, por eso es fundamental mantener el contacto. La clave es lo que recibimos de los mutualistas, poder tomarles el pulso y poder tener una comunicación directa con ellos de forma constante y permanente. En las asambleas, por carta, por redes sociales o por cualquiera de nuestros múltiples canales. La información es poder, y hay que estar suficientemente informado para poder hacer cosas y hacerlas bien.
¿Y el futuro? ¿Qué retos le quedan por delante a PSN? ¿Abrirse a otros perfiles de mutualistas?
Ya tenemos un grupo importante de profesionales no sanitarios, pero sí universitarios. Porque hay colectivos que están muy definidos, y entendemos que en el colectivo profesional son muchas más las cosas que nos unen, que las que nos separan. Algunos tenían mutualidad y otros no, y estamos con unos y con otros. Los retos de futuro pasan por profundizar en todas estas líneas.
Finalmente, tras las últimas noticias, PSN ha asumido los compartimentos de propósito especial para que sus mutualistas puedan recuperar el 100 por cien de sus seguros vinculados a Banco Madrid, ¿qué puede explicar al respecto?
Que con la recuperación de la totalidad de los fondos de inversión ponemos fin a una primera fase que ha supuesto cuatro largos meses de real conculcación de los derechos a la propiedad de nuestros mutualistas. Ahora se abre un nuevo escenario en el que tenemos el firme objetivo de conseguir que se reparen todos los daños causados.