El pediatra endocrinólogo, la enfermera especializada en diabetes infantil, auxiliares y dietistas son los especialistas que se encargan de impartir esta formación al niño y sus padres
8 de febrero 2016. 12:15 pm
A diferencia de la diabetes tipo 2, que suele aparecer en la edad adulta y se asocia al estilo de vida, la tipo 1 es la más frecuente en la infancia y sus factores de riesgo no son del todo conocidos. De esta forma, mientras…
A diferencia de la diabetes tipo 2, que suele aparecer en la edad adulta y se asocia al estilo de vida, la tipo 1 es la más frecuente en la infancia y sus factores de riesgo no son del todo conocidos. De esta forma, mientras la tipo 2 puede prevenirse, no es así en el caso de la diabetes juvenil. 'Habitualmente, es la presencia de poliuria, polidipsia y pérdida de peso la que nos lleva a sospechar la enfermedad', explica Amparo Rodríguez Sánchez, jefa del Servicio de Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario HM Montepríncipe. El diagnóstico es sencillo, basta realizar un análisis de sangre o de orina para determinar el nivel de glucemia o la presencia de glucosuria.
Tras el diagnóstico, estos niños requieren ingreso hospitalario. Allí recibirán el aporte intravenoso adecuado de insulina y fluidos. Superada esta fase, se pasa al tratamiento crónico que se sustenta en tres pilares básicos: alimentación -normocalórica, saludable, racionada en hidratos de carbono y adaptada en lo posible a las preferencias del niño-, insulina subcutánea y ejercicio físico.
Por todo ello, la especialista considera muy importante que tanto el niño como sus padres alcancen el máximo conocimiento de la enfermedad antes de abandonar el hospital. Es lo que se conoce como 'educación diabetológica' y de ella se encargan el pediatra endocrinólogo, la enfermera especializada en diabetes infantil, auxiliares y dietistas. 'El niño no se puede ir a casa hasta que los padres y el propio niño, si su edad lo permite, aprueben con nota la asignatura de Educación Diabetológica', insiste Rodríguez Sánchez.