'No vamos a tener ningún complejo ni nos va a importar lo que nos digan', esas eran las palabras que Manuel Llombart, consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana, utilizaba en el Ciclo de Ciclo de Conferencias para la calidad del SNS, que organizan PSN y la Fundación Ad Qualitatem, para explicar que su objetivo último es que 'los valencianos sigan teniendo una Sanidad pública y gratuita'. Según el consejero, el problema está en que el debate se centra en el cómo, pero desde su perspectiva 'nos importa resolver situaciones, no el mecanismo que usamos para resolverlo'.
Precisamente, entre estos mecanismos destacaba el 'bastante polémico' -según sus propias palabras- Decreto Ley de Prestación Farmacéutica, y más particularmente el 'algoritmo de decisión terapéutica corporativa'. El objetivo de esta medida, tal como explicaba el consejero, además de racionalizar y contener el gasto, es el de homogeneizar. Inicialmente se está poniendo a prueba con la prescripción de estatinas, pero se tiene previsto desarrollarlo en 5 patologías más. 'No le estamos diciendo al facultativo que no prescriba la más cara, pero sí que si puede resolver el problema con el nivel 1, no lo resuelva con el nivel 2', matizaba Llombart, que además insistía en la idea de que 'se garantiza la libertad de prescripción, solo que si se quiere prescribir otro, nos tiene que justificar por qué'.
La otra herramienta que la Comunidad Valenciana está usando en pro de la sostenibilidad es la gestión privada de los centros. A este respecto Manuel Llombart también quería referirse, comenzado por aclarar que si bien Valencia parece ser un icono de la privatización, el 85 por ciento de los centros sanitarios de la Comunidad son de gestión pública directa, 'yo llevo 6 meses y no he privatizado nada'. No obstante, defendía este modelo, y explicaba que las concesiones de 2012 ya habían producido un ahorro de unos 40 millones de euros.
Una histórica falta de financiación
'La obsesión por la sostenibilidad del sistema procede de que tenemos menos dinero del que deberíamos tener'. No se trata de una novedad, sino que es uno de los caballos de batalla de los sucesivos consejeros valencianos, la falta de equidad en los presupuestos por comunidades autónomas. Una cuestión en estos momentos muy actual debido a los últimos acontecimientos derivados del posible 'déficit a la carta', y que vuelve a ponerse sobre la mesa por parte de Llombart. Así, explicaba que si bien Valencia es una de las comunidades que más porcentaje destina a Sanidad, alrededor del 39 por ciento del presupuesto total, es la última en gasto per cápita, debido a esa histórica infrafinanciación. 'No todas las CC.AA. partimos de la misma situación'.
En su opinión, 'el déficit asimétrico es sólo una oportunidad de endeudarse más', y por ello insistía en pedir al Gobierno una revisión de los presupuestos de las Comunidades que se adapten a la situación actual, y a la población real de cada una. De hecho, ante la pregunta de si fuera posible este aumento, a condición de que se tratase de un presupuesto finalista para Sanidad, el consejero abría las puertas al debate.