Entrevista a Luis Paz-Ares, presidente de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA)
21 de diciembre 2022. 10:06 am
El déficit de financiación en la investigación española ha hecho mella en los investigadores, pero aún así, España sigue siendo relevante en la investigación en cáncer en el panorama internacional. Además, es un momento clave para nuevas perspectivas como la Medicina de Precisión o la…
El déficit de financiación en la investigación española ha hecho mella en los investigadores, pero aún así, España sigue siendo relevante en la investigación en cáncer en el panorama internacional. Además, es un momento clave para nuevas perspectivas como la Medicina de Precisión o la Inmunoterapia. Aún así, quedan más retos pendientes, como mejorar el número de patentes que llegan al tejido empresarial.
¿Qué papel ha tenido la investigación española en la lucha contra el cáncer en los últimos años? ¿Cómo se nos valora desde fuera de nuestras fronteras?
La presencia española en los programas de investigación más relevantes ha sido muy significativa. Es una realidad que los investigadores españoles son muy reconocidos. Por dar algunos datos, en investigación clínica somos el segundo país del mundo en números absolutos en la contribución a ensayos clínicos oncológicos después de Estados Unidos, teniendo en cuenta que en volumen no estamos en ese segundo puesto, desde luego. Además, en la investigación más traslacional, los grupos y centros españoles de investigación han contribuido de manera muy marcada y tienen un prestigio indudable.
A nivel más global, ¿cuáles diría que han sido los grandes hitos de la investigación oncológica en los últimos años?
Estamos progresando mucho en el conocimiento de las anomalías moleculares que subyacen a los tumores, y esto nos ha llevado al desarrollo de estrategias enfocadas en la llamada Oncología de Precisión. No hay que olvidar que la Medicina de Precisión era muy incipiente hace una o dos décadas, pero hoy es una realidad que afecta a más pacientes y que se aplica a un mayor número de tumores. Como ejemplo, hace quince años reconocíamos un subtipo de cáncer de pulmón para el que había un tratamiento personalizado. Hoy hay diez subtipos de cáncer de pulmón que tienen un tratamiento personalizado. Otro segundo avance muy importante tiene que ver con la inmunoterapia. La misma nos ha permitido abordar aquellos casos de pacientes que no tienen anomalías genómicas concretas para las que tengamos tratamientos de precisión, consiguiendo además respuestas muy relevantes en muchos tumores. Por ejemplo, en cáncer de pulmón metastásico tratado con inmunoterapia hemos visto supervivencias a los cinco años, dependiendo de los subgrupos, de entre el 20 y el 35 por ciento, cosa que era inesperable hace tan solo diez años, cuando la supervivencia mediana estaba en torno a los 12 meses y la supervivencia a cinco años estaba en torno a un 2 o 4 por ciento.
Sin embargo, parece que estas mejoras se han dado más en algunos tumores, mientras que en otros no se han percibido tantos avances, especialmente en cuestión de supervivencia, ¿por qué?
Es cierto que hay tumores en los que hemos avanzado menos, por ejemplo, en cáncer de páncreas o el glioblastoma y otros tumores del sistema nervioso central. En estos casos, sí podemos decir que hemos avanzado en su conocimiento y en comprender su biología, pero esto no se ha traducido en avances terapéuticos más significativos. Pero sí que estamos avanzando en cuestión de lograr un diagnóstico precoz. En concreto, está el caso del cribado de cáncer de pulmón, donde en la última década se ha demostrado que es eficaz a la hora de prevenir mortalidad y morbilidad.
¿Qué otros retos cree que preocupan actualmente en la investigación en cáncer?
Nos sigue preocupando ser capaces de prevenir el cáncer. No solo evitando la exposición a carcinógenos, sino también estudiando estrategias de inmuno y quimio prevención que eviten el tumor. Igualmente, otra de las claves de futuro va a ser el sacar adelante metodologías de diagnóstico precoz basadas en análisis molecular, por determinación de biomarcadores con sangre periférica con una mayor sensibilidad. Todo ello mediante métodos poco invasivos, como puede ser un análisis de sangre, que nos permita no solo diagnosticar precozmente un tumor, sino también seguir fielmente la evolución del tumor.
Si esto es lo relevante en lo que a la parte más científica se refiere, en lo que afecta a la parte más política, ¿creen que la reforma de la Ley de Ciencia va a permitir abordar retos pendientes, como los problemas de financiación?
Una de las reclamaciones clásicas de ASEICA es la necesidad de aumentar los recursos y la financiación de la investigación española y en concreto de la investigación en cáncer. En España el porcentaje del PIB que invertimos en investigación viene siendo inferior al 1,4 por ciento, cuando la media europea sobrepasa el 2 por ciento y en los países más avanzados sobrepasa el 3 por ciento. Así, un reciente estudio publicado en The Lancet Oncology de expertos europeos, ve necesario aumentar el presupuesto de la investigación en cáncer en el entorno europeo. El déficit de financiación en España preocupa particularmente desde la crisis de 2008, porque además de hacernos perder competitividad, ha impactado mucho en toda una generación de investigadores. Esto lo demuestra en el número de jefes de grupo de entre 35 y 50 años, que se ha visto muy mermado. Necesitamos recuperarnos. En este sentido, hay que invertir lo que no hemos invertido durante esta década y media. En este contexto, la reforma de La Ley de la Ciencia aborda algunos de los problemas, como era la precariedad laboral. Desde luego, si queremos atraer, retener o retornar a investigadores con talento tenemos que facilitarles una carrera investigadora como la que pueden tener en otros países. Para esto, se necesitan unas determinadas condiciones laborales, pero también una infraestructura, un laboratorio, un personal y financiación para llevar a cabo los proyectos.
En el caso de la Medicina de Precisión, ¿qué opina ASEICA del Plan 5P que plantea el Ministerio de Sanidad al respecto?
En España el déficit más importante en Medicina de Precisión está en la parte de su implementación. Hay mucha desigualdad a la hora de implementar clínicamente. El Plan de recuperación ha traído una inversión relevante en planes de Medicina de Precisión. De lo que tenemos que asegurarnos ahora es que estas nuevas iniciativas se mantengan en el tiempo, que no sean iniciativas oportunistas. Que no sea solo una inversión para dos o tres años, sino que sea algo mantenido, para tener realmente programas competitivos.
Otro de los problemas en los que España no sigue el ritmo de Europa es en la generación de start-up, ¿qué ocurre en este sentido?
Esta es otra de las grandes deficiencias que seguramente tenga una explicación más multifactorial y que incluso tenga raíces culturales, porque somos menos emprendedores, en general, que en otras culturas. Pero desde luego también tiene que ver con la falta de tejido industrial, y la falta de aprovechamiento tecnológico asociado a los centros de investigación.
De hecho, también hay un problema respecto a la producción de patentes...
Tenemos un número de producción científica relevante, pero el número de investigaciones que acaba produciendo una patente es muy bajo comparado con países de nuestro entorno. Pero particularmente bajo es el número de estas patentes que llegan a licenciarse y a ser un producto. Esto ocurre porque no hemos sido capaces de dar una solución a este llamado “valle de la muerte”. Se han propuesto diversas estrategias, lo que está claro es que es necesario tomar medidas para facilitar que este conocimiento llegue al tejido industrial.
En lo que respecta a los propios profesionales, ¿sigue habiendo diferencias respecto a la trayectoria profesional de las investigadoras respecto a los investigadores?
En España el número de investigadoras es muy importante, pero el número de investigadores principales de los proyectos, que firmen como primeras autoras, es todavía muy pequeño. Volviendo al ya citado informe de The Lancet Oncology, se dice que en Europa dos de cada tres proyectos están publicados por varones. Seguramente en España la cifra sea mayor.
Por último, ¿cuáles son los objetivos a futuro que se marca ASEICA en su agenda?
Nuestro objetivo fundamental es que los investigadores tengan las condiciones necesarias para investigar más y mejor. También ser capaces de dar luz a los problemas de los profesionales. El primero en la agenda son las diferencias por género. Le siguen las dificultades de incorporar a los investigadores jóvenes, que puedan tener un horizonte competitivo donde desarrollar su carrera. Obviamente, todo esto pasa por tener una financiación que nos permita competir con los grupos de investigación de vanguardia de nuestro entorno.