La capital de España se convierte este fin de semana en la capital europea de la Hematología, con la celebración del
congreso de EHA. El comité científico ha seleccionado 3.300 abstracts, 235 presentaciones orales y casi 2.000 posters. Los avances más destacados han sido presentados en rueda de prensa esta mañana.
Así, Thierry Facon, de la universidad de Lille, ha presentado los resultados de un estudio fase 3 en 446 voluntarios. La investigación comparaba isatuximab, bortezomib, lenalidomida y dexametasona frente a bortezomib, lenalidomida y dexametasona (VRd) en pacientes no candidatos a trasplante con mieloma múltiple recién diagnosticado. Los resultados, publicados en NEJM, han demostrado por primera vez
la eficacia de añadir un anticuerpo monoclonal anti-CD38 a VRd). “Supone un nuevo estándar de tratamiento en pacientes menores de 80 años con estas características”, ha resumido el investigador. Además, ha destacado, entre otros datos, una enfermedad mínima residual negativa y sostenida.
Nuevo estándar de tratamiento
Los datos de otro estudio fase 3 han sido detallados por Uwe Platzbecker, del Hospital de la Universidad de Leipzig, en Alemania. “Es un trabajo académico, que contó además con la dificultad del reclutamiento durante el covid”, ha señalado. El ensayo comparó trióxido de arsénico combinado con ATRA e idarabucina (ATRA-ATO). Frente a ATRA estándar y quimioterapia basada en antraciclina (régimen AIDA) en pacientes con leucemia promielocítica aguda de alto riesgo recién diagnosticada. En este caso, ATRA-ATO en primera línea fue superior al
tratamiento convencional. En su opinión, futuros análisis del estudio APOLLO confirmarán el uso de este nuevo régimen como nuevo estándar de tratamiento en estos pacientes.
Por otro lado, Mandy N Lauw del Centro Médico Erasmus de Roterdam, en los Países Bajos, ha indicado que la heparina de bajo peso molecular no previene el tromboembolismo venoso en adultos con leucemia linfoblastica aguda recién diagnosticada. Sobre todo, en los pacientes más ancianos, según datos de un trabajo surgido a partir del
ensayo HOVON-100. “Son necesarios ensayos aleatorizados para prevenir el tromboembolismo venoso en estos pacientes, usando otros anticoagulantes. Y es precisa colaboración internacional”, ha recalcado.
Remisiones a largo plazo
En el campo de las CAR-T destaca el trabajo de Alexandros Rampotas, del UCL Cancer Institute de Londres. Rampotas ha presentado datos de esta terapia frente a neoplasias con mutaciones en calreticulina. Como ha subrayado,
el CAR-T funciona “excepcionalmente bien” en los estudios pre-clínicos y su selectividad podría significar que podría inducir remisiones de largo plazo sin toxicidad. Está en marcha un desarrollo para mejorar este tratamiento y estamos buscando financiación para empezar un ensayo fase I, el primero en humanos.
Peter Borchmann, del Hospital Universitario de Colonia, en Alemania, ha demostrado, con los datos del estudio HD21, la mayor eficacia en pacientes con linfoma de Hodgkin clásico en fases avanzadas del
nuevo tratamiento eBEACOPP con brentuximab vedotin. Y es que, se trata de un ADC antiCD30 con un mejor perfil de riesgo-beneficio. “Esta es una enfermedad rara y en este estudio realizado en 9 países y guiado por PET2, hemos logrado con esta nueva terapia una supervivencia libre de progresión sin precedentes, del 94,3 %. Por eso lo recomiendo como estándar de tratamiento en estos pacientes”, ha recalcado.
Beneficio de supervivencia
En el ámbito de los anticuerpos bioespecíficos, el estudio fase 3 STARGLO ha demostrado eficacia en segunda línea en pacientes con linfoma difuso de células B grandes en recaída/ refractario de glofitamab con gemcitabina y oxaliplatino. Jeremy Abramson, del
Massachusetts General Hospital Cancer Center, ha destacado que esta opción ha duplicado la supervivencia global frente al tratamiento convencional. Mientras que la supervivencia libre de progresión se ha triplicado. “Este es el primer anticuerpo biespecífico en mostrar beneficio de supervivencia en un ensayo en esta patología, por lo que estos resultados apoyan su uso”, ha resumido.
Por último, Stine Ulrik Mikkelsen, del Rigshospitalet de Copenhague, en Dinamarca, ha mostrado los resultados de un ensayo EVI-2 fase 2 contra placebo. Este ensayo ha probado, por primera vez, que la
suplementación con vitamina C demostró una mejora significativa de la supervivencia en pacientes con citopenia clonal de significancia indeterminada o bajo riesgo de malignidades mieloides.