El ‘Curso de Liderazgo Femenino para Directivas de la Salud’, organizado por la Fundación SEDISA y la Escuela SEDISA de Liderazgo con la colaboración de Amgen y Pfizer, ha dado comienzo con el objetivo de
formar a 10 directivas para que sean capaces de transformar los servicios, crear relaciones sanas motivadoras e igualitarias y obtengan mayor calidad y eficiencia en la gestión sanitaria. Algunos de los temas clave del mismo son la igualdad de género, los estereotipos, los roles y los prejuicios, la RSC, el estilo de dirección femenino y la profesionalización de las directivas de la salud.
“El liderazgo femenino es de suma importancia dado que, tal y como reveló un estudio realizado por la sociedad, tan
solo 3 de cada 10 mujeres de SEDISA ocupan cargos directivos en Sanidad”, señala Jesús Sanz Villorejo, vicepresidente de la Fundación SEDISA. En esta misma línea, José Soto Bonel, presidente de SEDISA, ha señalado durante la inauguración de este curso que “la necesidad de relevo general que vivimos en este momento hace aún más necesaria la inclusión de mujeres en los puesto directivos. Nos estamos perdiendo todo el conocimiento que aportáis”. Por ello, desde la Fundación SEDISA se han otorgado 10 becas para la realización de este curso.
La perspectiva de las directivas de la salud
Candela Calle, directora general de la Fundación Francesc d’Assís y Coordinadora de la Escuela SEDISA de Liderazgo, explica que la formación se desarrollará a través de dos clases presenciales y cuatro webinars. Además de estas clases,
este curso ofrece un Mentoring para directivas de la salud que lleva por objetivo acelerar el proceso de desarrollo profesional de forma práctica y eficiente. “Además, este método formativo le permitirá obtener nuevas perspectivas y mejorar su rendimiento, protagonismo y autoconfianza”, añade la experta.
Así, a lo largo de esta primera sesión presencial Calle ha explicado los estereotipos los roles y los prejuicios que marcan la situación en la que se encuentran las directivas de la salud. Señalando, además, que estos crean prejuicios marcan el desarrollo de las organizaciones que están lideradas por mujeres, por ejemplo, consiguiendo organizaciones menos presencialistas.