Por la edad o por algún tipo de enfermedad, miles de personas se ven en la necesidad de utilizar apoyos para caminar como son los bastones, y hoy día existen diversas alternativas para aquellas personas que presentan dificultad en su desplazamiento.
Estudios realizados en Estados Unidos entre el año 2001 y 2006, mostraron que 129 personas mayores de 65 años fueron tratadas en los hospitales por lesiones ocasionadas por caídas debido al uso de bastones y andaderas.
En la IX edición de la ExpoMED 2107, la empresa Maxhealth presentó diversas alternativas de bastones, con novedades en el material y diseños, hasta características propias como aquellos de mango ortopédico que permiten que el peso se extienda sobre la palma y con empuñadura que facilita el agarre sin flexionar la mano de forma excesiva, minimizando el cansancio y el estrés en la muñeca.
Los bastones se utilizan cuando hay cierta incapacidad, ya que ayudan a equilibrar la presión en la articulación mientras se camina, aliviando el peso de la pierna afectada.
Este tipo de apoyo lo requieren principalmente adultos mayores, y de ahí la importancia de elegir el más adecuado para cada persona. Hoy día hay de madera, aluminio, fibra de carbono o fibra de vidrio, con agarraderas también de diferentes materiales que soportan de mejor manera la mano.
Pero el material no lo es todo, lo primordial es medir y/o adecuar el tamaño del bastón y, la forma correcta de hacerlo es desde la muñeca hasta el suelo, con los zapatos que se utilizan de manera habitual, en este sentido, la mano no debe forzarse o doblarse para sostener el bastón. Cuando se llegan a utilizar de un tamaño que no es el correcto, se pueden ocasionar caídas.
De ahí que es recomendable adquirir los de marcas especializadas en aparatos médicos porque son los que ofrecen mayor seguridad. Otro detalle importante es que la empuñadura se sienta sólida y manejable, no resbaladiza o demasiado grande. Detalles como estos son los que hacen la diferencia entre un bastón y un buen bastón.
Los expertos ortopedistas señalan que la seguridad dependerá de cómo se utilice y la forma en que se camina con el bastón. Por ejemplo, un bastón debe utilizarse siempre del lado de la pierna buena; todo el peso debe ponerse en la pierna buena y, enseguida mover el bastón, avanzando a una distancia adecuada con la pierna mala; antes de dar un paso, es importante apoyar perfectamente el bastón al piso; y al caminar, no colocar el bastón muy lejos, ya que puede resbalarse.
Se trata entonces no sólo de saber adquirir un bastón, sino también de conocer la mejor forma de utilizarlo para lograr el cometido: tener una movilidad segura.