Las comorbilidades en la persona con obesidad son consecuencia del exceso y localización de la adiposidad.
La prevalencia de la obesidad en la población adulta española es del 23 por ciento, pero, según el World Obesity Atlas 2023, se estima que para el año 2030 será del 30 por ciento y, para el 2035, del 37 por ciento. Según los datos…
La prevalencia de la obesidad en la población adulta española es del 23 por ciento, pero, según el World Obesity Atlas 2023, se estima que para el año 2030 será del 30 por ciento y, para el 2035, del 37 por ciento. Según los datos del estudio OBEMI, la prevalencia de obesidad (IMC>30)
en las consultas de Medicina Interna es del 23,6 por ciento, cifra que de progresar la prevalencia global de obesidad en España como lo está haciendo “seguirá incrementándose”. También lo harán las comorbilidades asociadas a la obesidad.
Es por ello que, en el marco del Día Mundial de la Obesidad que se celebra este próximo 4 de marzo, médicos internistas del Grupo de Diabetes, Obesidad y Nutrición (DON) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) anuncian
un decálogo en cuya elaboración han trabajado para poner el foc
o sobre las comorbilidades asociadas a la obesidad en Medicina Interna.
Comorbilidades asociadas a la obesidad
La primera idea clave de este decálogo es que las comorbilidades asociadas a la obesidad son
consecuencia del exceso y localización de la adiposidad. Así, las personas con obesidad pueden desarrollar enfermedades metabólicas, como la diabetes y la disfunción hepática asociada a la enfermedad metabólica (MASLD), enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca o ictus), apnea del sueño, enfermedad renal crónica, hasta 32 tipos distintos de cáncer, infertilidad y esterilidad, y problemas articulares -artrosis- y tienen mayor riesgo de necesitar prótesis y su recambio para alguna de las articulaciones deterioradas.
A este respecto, Juana Carretero, presidenta de la SEMI agrega que parte del problema es que hay que
cambiar el discurso desde la comunidad científica y ayudar a la población a tomar una mayor conciencia sobre el riesgo que supone la obesidad. “El exceso de grasa corporal conlleva un importante deterioro de la salud y la calidad de vida y no es una cuestión estética, sino de salud”, concluye Carretero, al tiempo que pone énfasis en que la sociedad en su conjunto debe “dejar de culpabilizar a la persona con obesidad por el hecho de ser obesa”.