En colaboración con un equipo internacional, investigadores del Instituto Karolinska de Suecia han desarrollado un anticuerpo, 3F7, que bloquea una proteína que está presente en el XII factor del sistema de coagulación. La inhibición del factor XII hace que sea posible prevenir la trombosis en los vasos sanguíneos sin aumentar el riesgo de hemorragia en entornos clínicos.
La trombosis es causada por la coagulación de la sangre y los coágulos pueden bloquear el flujo de sangre en uno o más vasos sanguíneos y así causar enfermedades trombóticas tales como accidente cerebrovascular, infarto de miocardio o embolia pulmonar.
Hoy en día, la trombosis se previene o se trata por medio de los anticoagulantes. Hay una amplia variedad de fármacos anticoagulantes, como la warfarina (inhibidor de la vitamina K), los nuevos anticoagulantes orales (dabigatrán o rivaroxaban) y fármacos del grupo de la heparina.
Todos estos agentes se dirigen a diferentes componentes del sistema de coagulación de la sangre para prevenir la coagulación de la sangre y, por lo tanto, interferir con la trombosis. Sin embargo, todos estos fármacos también conllevan un mayor riesgo de sangrado en pacientes que contrarrestan parcialmente sus efectos beneficiosos.
El bloqueo del factor XII (F XII) de la coagulación funciona de manera diferente en comparación con los anticoagulantes tradicionales. Se ha sabido durante mucho tiempo que los seres humanos que son deficientes en factor XII no sangran excesivamente. En 2005, Thomas Renné y su equipo de investigación descubrieron que los modelos experimentales que carecen FXII podrían no sufrir un derrame cerebral ni una embolia pulmonar, a pesar de tener patrones de sangrado normales.
'Desde entonces, nuestro objetivo ha sido encontrar una forma eficaz de bloquear FXII. Ahora, hemos desarrollado un anticuerpo que bloquea FXII en la sangre humana, los ratones y los conejos', explica Thomas Renné. 'Esto proporciona protección contra la trombosis sin aumentar el riesgo de hemorragia', afirma.
Junto con Magnus Larsson, estos investigadores desarrollaron y probaron el anticuerpo, denominado 3F7, en modelos experimentales durante un tratamiento de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), una avanzada máquina corazón-pulmón utilizada en condiciones peligrosas para la vida, especialmente en los recién nacidos. El contacto con el tubo de plástico hace que la sangre se coagule, por lo que a estos pacientes se les administran rutinariamente anticoagulantes (heparina).
No obstante, los pacientes de anticoagulación con heparina sangran en exceso y un número considerable incluso muere por estas hemorragias. En el estudio, la trombosis en modelos experimentales en ECMO que recibieron 3F7 disminuyó tanto como los que recibieron heparina, pero el riesgo de sangrado con 3F7 fue mínimo, mientras que el tratamiento con heparina produjo sangrado.
'El bloqueo de FXII parece ser una estrategia eficaz contra la formación de trombos y hemos demostrado esto en experimentos con conejos en un contexto clínico relevante', destaca Thomas Renné. 'Hay una gran necesidad de un tratamiento que reduzca el riesgo de coágulos en situaciones de emergencia, como por ejemplo durante el tratamiento ECMO y muchos otros como la cirugía cardiovascular. Tenemos la intención de probar el anticuerpo en una fase I de estudio. Es posible que el anticuerpo también bloquee la inflamación mediada por F XII, un área interesante para futuros estudios', concluye.