El retraso en el diagnóstico supone detectar la enfermedad en fases más avanzadas, caracterizadas por leucocitosis, en el caso de las leucemias agudas, y por masas tumorales voluminosas, en el caso de los linfomas
7 de septiembre 2022. 9:55 am
Los resultados de un reciente estudio de la Red Española de Registros de Cáncer muestran que cerca de 26.000 nuevos casos de cáncer hematológico deberían haberse diagnosticado en 2021. Sin embargo, la actual situación pandémica pudo suponer un retraso en la identificación de nuevos casos…
Los resultados de un reciente estudio de la Red Española de Registros de Cáncer muestran que cerca de 26.000 nuevos casos de cáncer hematológico deberían haberse diagnosticado en 2021. Sin embargo, la actual situación pandémica pudo suponer un retraso en la identificación de nuevos casos de cáncer hematológico. Así se ha publicado este año en la revista 'Medicina Clínica'.
Un dato que preocupa a los hematólogos. No obstante, este retraso se traduce en una detección de casos en fases más avanzadas. Esto supone tumores caracterizados por leucocitosis, en el caso de las leucemias agudas, y por masas tumorales voluminosas, en el caso de los linfomas.
Más datos sobre nuevos casos de cáncer hematológico
Esta publicación también incluye datos del primer informe del grupo de trabajo HEMATOREDECAN. Esta presenta la incidencia de los distintos subtipos de cáncer hematológico según la clasificación de la OMS correspondiente a 2008. También en base al esquema propuesto por Haemacare. Se trata de un proyecto financiado por la Comisión Europea con el objetivo de mejorar la estandarización y disponibilidad de datos poblacionales.
Por otra parte, Ramón García Sanz, presidente de la SEHH, ha destacado el “amplio e importante arsenal terapéutico con que cuenta la hemato-oncología”. En concreto, en cuanto a quimioterapia, inmunoterapia, inhibidores de vías celulares y trasplante hematopoyético. Todo ello genera respuestas espectaculares y está incrementando la supervivencia de los cánceres hematológicos.
De esta forma, ha recordado que “el pronóstico de estas enfermedades neoplásicas ha experimentado una mejora extraordinaria en los últimos 40 años”. Estos avances “han sido posibles gracias al fácil acceso a las células tumorales a través de un análisis de sangre -biopsia líquida- o mediante el examen de la médula ósea, que ha permitido un gran desarrollo en su conocimiento celular”, añade. Así, a medio y largo plazo, “los hematólogos seremos capaces de aplicar una verdadera medicina personalizada, administrando a cada paciente el tratamiento más eficaz y en la cantidad adecuada”.