Pilar Quiles, Fermina López, Bita Hashtroody y Lourdes Escribano son 4 de las 395 personas que el pasado jueves recogieron un Diploma 'Prami' en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM). El programa de Reciclaje Médico Integral, orientado sobre todo -según su director Christian Brito- al cambio de orientación profesional, y que ya ha convocado su novena edición que se llevará a cabo desde el próximo mes de mayo a diciembre. Se unen para colaborar y hacer realidad estos cursos el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS); la Fundación Jiménez Díaz-Capio; Sanitas Hospitales, Sanitas Residencial; Centro Geriátrico Pinar de Aravaca; Fundación ICOMEM y el Colegio de Médicos.
Volver a empezar
En el acto de presentación, Christian Brito resaltó que los 'Pramis' están reorientando a los profesionales hacia la vía MIR y a la Atención Primaria. Mientras que Ana Sánchez Atrio, vicepresidenta del ICOMEM y coordinadora de Formación Médica, alabó la buena formación 'porque a través de ésta es como se obtiene el prestigio'. Añadió que la misión del médico debe ser el paciente y su código, el deontológico.
El curso, dirigido a médicos en ejercicio, o bien en proceso de cambio, consta de una fase teórica, una rotación práctica por centros de salud, urgencias de Atención primaria (SUMMA), urgencias en hospitales públicos y privados, así como de rotación en centros sociosanitarios.
Para hacer la formación asequible a los que tienen horarios exigentes el curso se imparte, durante seis meses, en viernes y sábado y a veces ,incluso, en jueves.
Aprovechar las segundas oportunidades
Son cursos para profesionales con gran tesón, para personas con afán de superación que desean poner sus conocimientos al día o que quieren retomar u orientar su carrera profesional. Por ello, hay que hablar de nuevo de Pilar Quiles, que como otras tantas mujeres dejó de lado la Medicina y con el diploma Prami bajo el brazo está replanteándose trabajar en una residencia de mayores, en una consulta online 'ahora que las tecnologías están tan de moda', o quizás, centrarse en la Atención Primaria. Todo un abanico de posibilidades que despiertan las ilusiones profesionales que en su día dejó aparcadas esta alicantina por un proyecto de vida familiar.
Historias con tesón, sacrificio y premio
Fermina López es una genetista mexicana y 'una gran médico', como la definen jaleándola sus compañeras de curso. La suya es también la historia de un renacer ya que no le reconocían el título y ha estado trabajando en Toledo a base de contratos parciales, circunstancia que no le ha impedido seguir el Prami y aprobar el MIR en el febrero pasado, además de cuidar de sus tres hijas, 'sus mayores tesoros'. Ahora está replanteándose su futuro, pero desde luego desde el desempeño de la Medicina.
La iraní Bita Hashtroody es doctora en Dermatología y se ha venido dedicando a la industria farmacéutica como gerente médico. Bita realizó este curso como vía para superar el miedo que le producía enfrentarse con los pacientes. Tras hacerlo y superarlo satisfactoriamente se ha reafirmado en que no va a practicar la medicina y que va a seguir por el camino de las vacunas, actividad específica de la farmacéutica donde trabaja.
Lourdes Escribano es otra de esas mujeres que ante un futuro brillante como médico internista prefirió en su momento hacer compatible familia y trabajo. Ahora acaba de sacar una plaza MIR y el próximo lunes podrá elegir destino.