La alta prevalencia de la obesidad infantil en España se está convirtiendo en una de las principales causas del aumento de casos de hipertensión en menores, según la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA).
Julián Segura, presidente de la organización, incide en que un menor que desarrolla hipertensión corre el riesgo de experimentar daños en el corazón (hasta un 40 por ciento de los menores hipertensos pueden sufrir hipertrofia del ventrículo izquierdo), riñones y vasos sanguíneos. De hecho, 'la presión arterial elevada puede generar un engrosamiento de los vasos sanguíneos que permanece incluso 20 años después, en la edad adulta, cuando este grosor es un factor de riesgo para desarrollar infarto de miocardio e ictus', según el presidente de la SEH-LELHA.
Hábitos saludables
Se debe de fomentar la actividad física y las actividades en grupo y al aire libre, frente a los juegos con el ordenador o la videoconsola. Julián Segura, especialista en hipertensión, recomienda realizar 40 minutos de actividad física aeróbica (moderada o intensa), entre tres y cinco días a la semana, y evitar más de dos horas diarias de actividades sedentarias.
Según los expertos, también deberían vigilarse las comidas e intentar seguir una dieta sana y variada, reduciendo la ingesta de sal y aumentando la de potasio (plátanos, acelgas, cardo, patatas, entre otros). Además, recomiendan evitar consumir azúcar en exceso, refrescos, grasas saturadas y tomar muchas frutas, vegetales y cereales.
La evaluación de la hipertensión arterial en niños y adolescentes está enfocada a detectar hipertensión secundaria (es decir, originada por una causa concreta), que puede ser curable. Generalmente se comienza con terapia no farmacológica (modificación de hábitos de vida), seguido de la terapia con fármacos.
