Lynparza -olaparib- de la compañía farmacéutica AstraZeneca supone la primera terapia dirigida a una alteración molecular en el tratamiento del cáncer de ovario, una enfermedad que se diagnostica en etapas avanzadas y que constituye la sexta causa de mortalidad en la mujer, según expertos reunidos en el evento Consejo genético y cáncer de ovario: hacia la personalización de las terapias, celebrado este martes.
Este fármaco ha sido aprobado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para el tratamiento de mantenimiento de pacientes adultas con cáncer de ovario epitelial seroso de alto grado, trompa de falopio o peritoneal primario con mutación BRCA, ya que ha mostrado una reducción del riesgo de progresión o muerte en un 82 por ciento. 'Las células cuentan con el BRCA para reparar el ADN. En las células en las que el BRCA está alterado, inhibimos con el sistema de enzimas PARP -olaparib-, y su inhibición impide la reparación del daño del ADN realizado por la quimioterapia y facilita la muerte de la célula tumoral', explica Antonio González, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO).
Difícil diagnóstico
'El cáncer de ovario es difícil de diagnosticar porque los síntomas son inespecíficos, como el dolor abdominal o la fatiga. Hago un llamamiento a aquellas mujeres que tengan estas molestias para que acudan al ginecólogo', incide González.
Una vez confirmado el diagnóstico, la mayoría de guías recomiendan la realización del test BRCA, así que la paciente es remitida a la unidad de Asesoramiento Genético, señala Pedro Pérez, coordinador de la Consulta del Consejo Genético del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid.
Después, la paciente generalmente se somete a cirugía para eliminar el tumor, a un tratamiento de quimioterapia y a un periodo de seguimiento. Si la paciente recae, señala González, se someterá a quimioterapia con platino y continuará el seguimiento. 'Al haber recaído, sabemos que el tumor se va a volver a reproducir, por lo que es en este momento cuando podemos emplear olaparib para que retrase el progreso de la enfermedad', apunta González.
Se trata de un fármaco, de unos 5.000 euros mensuales y que se administra mediante doce pastillas diarias, dos veces al día, específico para entre un 10 y un 15 por ciento de las pacientes con cáncer de ovario porque, según Pérez, este es el porcentaje de cánceres de ovarios que presentan mutación de los genes BRCA. Entre sus efectos adversos, destacan las náuseas y la anemia.
