Con el fin de garantizar la seguridad de la operación aérea y la salud de los turistas, la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte (DGPyMPT), como parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), se implementará el Operativo Rampa.
Estas medidas se adoptarán en los siete principales aeropuertos del país y ha comenzado desde el día 12 de diciembre de 2016 hasta el 9 de enero del 2017 y consistirán en un breve interrogatorio sobre el estado de salud del viajante.
Además del interrogatorio se hará una revisión de signos vitales como presión arterial, ritmo cardiaco, coloración de mucosas, reflejos oculares y osteotendinosos, además de la adecuada coordinación de los movimientos corporales.
Los estados que son parte de este importante operativo son Tijuana, Querétaro, Monterrey, Mazatlán, Guadalajara y Acapulco en los cuales se adicionará un test toxicológico para asegurar que los trabajadores se encuentren en óptimas condiciones.
Se pretende que la revisión tenga una duración máxima de cinco minutos para evitar retrasos y garantizar el viaje y exhorta a operadores de este medio de transporte a evitar el consumo de drogas y alcohol.
Con estas medidas podrán evitarse grandes contagios de virus como la influenza tipo A y B, de las cuales basta un estornudo para abarcar aproximadamente 10 metros de fluidos esparcidos.
En algunos casos falta de vitaminas o la mala alimentación puede ser un factor de susceptibilidad para ser contagiados, pues tener un sistema inmune con defensas bajas puede facilitar la rápida incubación del virus.
La transmisión o contagio puede ocurrir por tres rutas que son contacto directo o indirecto entre una persona infectada y una susceptible, mediante gotas de las vías respiratorias expulsadas (estornudos) y por la liberación de gotitas, que contienen virus más 2 pequeños, como puede ser durante la respiración corriente y tos que se inhalan de manera involuntaria.
Lavarse las manos de manera frecuente mientras se encuentra en lugares públicos, es una importante medida de prevención, no sólo contra los virus, sino en contra de cualquier enfermedad de contagio por contacto o fluidos.