Se sabe que la Sanidad española está infrafinanciada, pero pese a ello se augura que el gasto sanitario respecto al PIB descienda entre 2010 y 2015 un 21,5 por ciento. Si bien seguimos siendo el tercer país más longevo del mundo, siendo a la vez el cuarto en menor gasto sanitario anual por habitante en Europa, no se sabe hasta qué punto todas las medidas adoptadas para la contención del gasto van a tener una repercusión directamente sobre la salud de los ciudadanos. Con el objetivo de analizar estas cuestiones, la Sociedad Española de Cardiología (SEC), ha organizado el debate 'Sostenibilidad y calidad asistencial en el SNS'. Su presidente, Vicente Bertomeu, dejaba clara como primera idea que 'las medidas que se han tomado en los últimos meses no son suficientes para resolver el problema'.
Intervenía en este encuentro Rafael Bengoa, exconsejero en el País Vasco y actual asesor de diversos gobiernos internacionales en reformas sanitarias, opinando que 'hay otras soluciones para que el sistema sea sostenible, que no son las que se están aplicando'. Bajo su punto de vista, hay un exceso de medidas de contención del gasto, que no se están acompañando de otras reformas. La parte positiva, es que aún se está a tiempo de cambiar el rumbo, y es que 'en España hay mimbres para hacer esa transformación'. Transformación que pasa por concentrar servicios, por una gestión integrada o por una potenciación de la Atención Primaria. Cambios que si bien parecen haber dado buenos frutos en el País Vasco, como para ser un ejemplo internacional, no terminan de imitarse en otras CC.AA.
La clave, según Bengoa, es dirigirse hacia la evaluación independiente y la transparencia a la hora de buscar fórmulas para salvaguardar el sistema. 'No me parece mal que una comunidad experimente o haga un proyecto piloto sobre la externalización- afirmaba el ex consejero en relación al caso de Madrid- pero sobre un solo hospital que le permita hacer una evaluación posterior para valorar el modelo, no directamente sobre tantos centros'. Esta cuestión también era abordada por Carlos Macaya, presidente electo de FACME, que como médico de la Comunidad de Madrid declaraba que las organizaciones médicas y sindicatos han rechazado en su totalidad los pliegos presentados por la consejería madrileña, ya que no cumplen ni los criterios económicos de ahorro anunciados, 'ni hay suficiente garantía respecto a la calidad del servicio'. Sobre estas medidas, y otras adoptadas por diferentes gobiernos, tanto de forma central como autonómica, Vicente Bertomeu insistía en que 'se están tomando medidas con escasa o nula información'.
Reorganización hacia la gestión clínica
Carlos Macaya incidía igualmente en que una de las claves para salvaguardar el sistema es 'la mejora de la eficiencia pasando por la gestión clínica'. De hecho, afirmaba también que 'los profesionales estamos deseando asumir responsabilidades'. Se unía a esta idea Alfonso Castro-Beiras, jefe de servicio del Área del Corazón del CHUAC y asesor del Ministerio de Sanidad, recalcando que son los profesionales quienes pueden discriminar entre lo que es necesario y lo que no. 'Los recortes lineales no distinguen entre aquello que se debe preservar y aquello que es necesario cambiar'. Por ello, en su opinión, el cambio no tiene que suponer necesariamente gastar más, sino 'reorganizarse de nuevo'.
Para todo este cambio, las sociedades científicas se muestran altamente implicadas, ya que su preocupación es creciente cada día. Según comentaba el Dr. Bertomeu se han elaborado diferentes informes de la situación desde la SEC, y según Macaya, 'ya se han ofrecido propuestas al Ministerio para crear unidades de gestión clínica'.