“Los pacientes con COVID persistente piden reconocimiento y accesibilidad”, según ha dicho Pilar Rodríguez Ledo, que recientemente ha tomado posesión como presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Rodríguez Ledo ha expuesto en
EL MÉDICO INTERACTIVO las principales conclusiones de la jornada ‘La COVID persistente, un reto emergente para la asistencia y la investigación’. Este encuentro fue organizado en El Escorial (Madrid) por la Red Española de Investigación en COVID Persistente (REiCOP), con la participación de expertos y pacientes que han abordado la información disponible hasta el momento sobre esta enfermedad que afecta al menos al 10 por ciento de las personas que han sufrido una infección por SARS-CoV-2.
¿Cómo se puede definir el momento actual de la COVID persistente?
La pandemia parece que ha quedado en el olvido, especialmente después de la retirada total de las mascarillas. Por el contrario, hay un grupo de pacientes que no han recuperado su estado de salud y están un poco en el limbo, sin un circuito claro de atención. Tampoco tienen un protocolo de actuación que se aplique para que los circuitos den respuestas a sus necesidades.
Tampoco podemos decir que estos ciudadanos están identificados o cuantificados. El sistema sanitario desconoce el número de personas a las que tiene que ofrecer asistencia, porque no están registradas.
¿Cuál es el objetivo de la SEMG al organizar estas jornadas?
Creemos que las especialidades generalistas, como Medicina de Familia, por supuesto, pero también Medicina Interna, Pediatría o Geriatría tenemos que desarrollar un papel coordinador de todas las intervenciones que reciben estos pacientes.
En el último estudio que hicimos, vimos que estas personas tienen una media de visitas a seis especialistas diferentes para consultar sus dolencias. Resulta necesario que alguien coordine, filtre y priorice las intervenciones a realizar. De lo contrario, al final va a convertirse en un problema de falta de seguridad del paciente.
Cuando un paciente tiene su diagnóstico, ¿cómo es el tratamiento? ¿Se aborda cada síntoma de forma individual?
El abordaje debe ser integral y holístico de toda su situación respecto a las sintomatología y la alteración funcional que tiene. No tenemos tratamientos específicos dedicados a la curación o la cronificación de la COVID persistente, pero sí tenemos tratamientos dedicados al control de síntomas, tanto farmacológicos como no farmacológicos, como la terapia ocupacional, la rehabilitación, la fisioterapia o la prescripción de ejercicio físico. Otras medidas, como mejorar el estilo de vida, también pueden ayudar a controlar muchos de los síntomas que padecen.
En las jornadas de El Escorial también han hablado de la investigación.
Se produce un gran fluir de artículos científicos dedicados a la investigación en COVID en general y también en COVID persistente. No obstante, todavía nos quedan muchas respuestas de investigación sin responder que son importantes.
¿Cuáles son las principales cuestiones pendientes?
Tenemos que conocer mejor el perfil de los pacientes, y si detrás de ese perfil hay una etiología diferente que requiere un tratamiento y un abordaje diferente. Nos falta saber cuál es el tratamiento específico bien para curar o bien para cronificar si tienen algo acantonado el virus dónde están esos nichos de acumulo viral.
Tenemos muchas respuestas pendientes, por lo que debemos seguir apostando por la investigación e invertir mucho más. Los pacientes necesitan respuestas a sus problemas de salud, y por eso terminamos la jornada justamente en una mesa de investigación.
¿Qué protagonismo han tenido los pacientes en las jornadas?
Los pacientes lo primero que nos piden es el reconocimiento, porque muchas veces están al margen del sistema sanitario y de los flujos de nuestro sistema sanitario. Muchos ni siquiera están codificados como que sufren esta enfermedad. En consecuencia, tampoco se les aplica ningún protocolo de seguimiento, algo que sería impensable en pacientes con diabetes.
¿Qué han pedido los pacientes a los médicos?
Por tanto, los pacientes piden reconocimiento, accesibilidad y justicia social. Sus peticiones abarcan el ámbito de la salud, pero también el terreno social y el laboral.
¿Cuáles son las principales conclusiones de este encuentro?
Es necesario avanzar en el conocimiento, el reconocimiento y la investigación. Estas son las principales conclusiones. Debemos desarrollar un trabajo en equipo multi e interdisciplinar y que realmente sólo podemos atender al
paciente sumando los puntos de vista de todos los especialistas y de todas las disciplinas que intervenimos en la atención a estos pacientes.
¿Habrá continuidad de estas jornadas?
Fruto de este curso, vamos a elaborar un decálogo de resumen de lo que hemos aprendido y de lo que hemos hecho, y también posiblemente haremos alguna campaña de visibilización.
Por último, ¿cómo valora esta primera toma de contacto como presidenta de la SEMG?
Creo que represento una mezcla de continuidad y de innovación, pero, desde luego, mis primeras sensaciones son de una gran ilusión y también responsabilidad y compromiso con la Medicina de Familia y con la SEMG, así como con el magnífico equipo que me acompaña durante esta etapa nueva.
Realmente se trata de un periodo de continuidad, ¿no?
Sí, vamos a ser continuistas, pero sobre todo vamos a intentar aplicar nuevas formas de poder apostar por la Medicina de Familia como especialidad y como profesión. Creemos que se necesita mucha más visibilidad, un puesta en valor y una apuesta seria por la Medicina de Familia si queremos seguir con un sistema sanitario accesible y equitativo.