El estudio ha mostrado que el escáner cerebral se puede utilizar para diagnosticar estos problemas a tiempo
30 de agosto 2013. 11:46 am
Científicos del Imperial College de Londres, en Reino Unido, han observado que los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular tienen más riesgo de sufrir problemas de atención del que se pensaba, ya que en muchos casos no son detectados por las pruebas rutinarias, según…
Científicos del Imperial College de Londres, en Reino Unido, han observado que los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular tienen más riesgo de sufrir problemas de atención del que se pensaba, ya que en muchos casos no son detectados por las pruebas rutinarias, según los datos publicados en la revista Neurology.
El estudio, no obstante, ha mostrado que con un escáner cerebral en combinación con la realización de juegos informáticos que confirmen el diagnóstico, puede permitir iniciar el tratamiento adaptándolo a las necesidades de cada paciente.
En la investigación participaron 110 pacientes que están siendo tratados en el Hospital Charing Cross, un importante centro de atención del ictus en Londres. Cinco de ellos ya habían sido diagnosticados con un trastorno de la atención serio, pero tras someterlos a una serie de test por ordenador observaron que más de la mitad tenían problemas de atención que habían pasado desapercibidos.
El problema parecía depender de la parte del cerebro que se hubiera visto dañada por el ictus. Generalmente, los pacientes que tienen afectada su parte frontal no son capaces de obviar una distracción; quienes tenían dañada la parte posterior del cerebro tenían problemas para seguir instrucciones, y los que tenían dañada la parte central veían reducido su estado de alerta.
No obstante, los investigadores aseguran que los médicos podrían utilizar escáneres cerebrales para predecir qué tipo de problema puede tener un paciente y, una vez detectado, utilizar los test informáticos para confirmar el diagnóstico y ofrecer al paciente una terapia personalizada.
'Hemos encontrado que más de la mitad de los pacientes con ictus tienen algún tipo de problema de atención, y estos pueden no ser detectados en las pruebas rutinarias', ha reconocido el profesor Paul Bentley, autor del estudio, que apunta que este hallazgo puede dar lugar al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas.