La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta hasta al 3 por ciento de la población mundial, unos 125 millones de personas. Sus síntomas pueden comenzar a cualquier edad, infancia incluida. Factores genéticos de predisposición a los que se suman detonantes ambientales modifican el ciclo…
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta hasta al 3 por ciento de la población mundial, unos 125 millones de personas. Sus síntomas pueden comenzar a cualquier edad, infancia incluida. Factores genéticos de predisposición a los que se suman detonantes ambientales modifican el ciclo vital de las células cutáneas y, de sopetón, la psoriasis pasa a formar parte de la vida cotidiana de la persona.
Es una enfermedad bastante común y preocupante, no un mero problema estético (incluso la gente con síntomas muy leves de la enfermedad se ven afectados en su vida normal). 'Al ser una dolencia visible el impacto psicoemocional es muy elevado, superior a enfermedades como la diabetes, el asma o las cardiovasculares', subraya José Luis Sánchez Carazo, dermatólogo del Hospital General de Valencia.
El problema psicosocial es importante porque el picor, la irritación cutánea, el dolor en articulaciones... limitan la capacidad de actividad cotidiana e influyen en el estado de ánimo. 'Por otro parte, el estigma social impide que los pacientes tengan una vida totalmente normal, induciendo en ocasiones hacia la depresión, falta de interés, pensamientos suicidas y problemas profesionales', remarca Carazo.
Al parecer una de las proteínas que produce nuestro sistema inmune (una citoquina, la interleuquina 17A, en abreviatura IL-17A) es clave en la génesis y desarrollo de la psoriasis, al provocar una producción de células cutáneas mayor de lo normal.
En el transcurso del XXII Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (EADV), celebrado el pasado fin de semana en Estambul con la participación de los más destacados especialistas europeos, se presentaron distintos estudios y trabajos encaminados a paliar esta dolencia que no tiene cura definitiva.
Fármacos biológicos
Los fármacos biológicos reducen los síntomas de la dolencia de forma significativa, sin embargo, más del 40 por ciento de los pacientes suele abandonar el tratamiento. Los medicamentos que están en marcha eliminarán de forma significativa las ronchas, el picor, así como los dolores. Además lograrán el 'blanqueamiento total' del paciente. Precisamente estas nuevas alternativas terapéuticas centraron gran parte de las sesiones del Congreso.
Novartis anunció los resultados del estudio FIXTURE, donde un nuevo fármaco, Secukinumab (AIN457) trata de sustituir a Enbrel, el anti psoriásico de referencia en la actualidad contra placas de moderadas a graves. Se ha realizado un estudio comparativo de ambos entre 3.000 pacientes. 'La gran ventaja de los medicamentos biológicos es que sus mecanismos de acción se han diseñado desde los mecanismos de la misma dolencia, los mecanismos que intervienen en las lesiones inflamatorias, bloqueando dianas específicas', explicó el especialista Lluis Puig Sanz, del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.
Mejoría a las pocas semanas
El nuevo fármaco, Secukinumab, -que se comercializará en los próximos meses- es un inhibidor de la ya citada interleuquina-17A y con datos ya en fase III (muy avanzados) ha logrado aclarar mejor y más rápido la piel, notándose su efecto ya a la segunda semana. Además, en la semana 12 el doble de pacientes ha experimentado un aclarado total o casi de la piel. 'El paciente notará una extraordinaria mejoría; el fármaco se puede utilizar tanto tiempo como sea preciso y la respuesta ante la psoriasis será mejor si se mantiene de forma continuada con una sola inyección mensual', apuntó didácticamente el doctor Puig Sanz.
No es fácil generar esperanzas en estos enfermos, de los que casi la mitad se declaran altamente insatisfechos de las terapias disponibles (cremas, geles, medicamentos sistémicos...), bien sea porque aprecian su ineficacia, bien porque sus efectos secundarios son inasumibles. Por eso, el objetivo del fármaco de Novartis, tal y como apuntó José María Giménez Arnau, global program head Psoriasis de Novartis, es que 'el paciente no se acuerde de que padece la enfermedad, mejorando así su calidad de vida, con relaciones sociales incluidas', remachó.