Según datos de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México, coordinada de 2003, los trastornos más frecuentes identificados en nuestro país fueron ansiedad, cuya prevalencia fue de 14.3 por ciento, seguidos por los trastornos de uso de sustancias con 9.2 por ciento y los trastornos afectivos con 9.1 por ciento, mientras que la depresión se encuentra en un 3.3 por ciento y es más frecuente en mujeres.
Existen tres momentos en la vida de las mujeres en los que son propensas naturalmente a ser depresivas y coinciden con las edades aproximadas de 17 y 32 años, además en la pre-menopausia y menopausia por lo cual invita a la familia y personas cercanas a detectar conductas depresivas.
A diferencia de las adicciones, en los trastornos psicológicos o psiquiátricos el paciente no debe 'tocar fondo' es decir, no es indicado dejar sin atención a un paciente, ya que las consecuencias pueden ser fatales. Mientras más pronto acudan por tratamiento, mejores serán las posibilidades de recuperación.
Grupos de ayuda familiar son una pieza clave para el adecuado tratamiento de estos trastornos, hay clínicas e instituciones en la Ciudad de México como el Instituto Nacional de Psiquiatría que brindan estos y más servicios dirigidos a familiares de adolescentes.
Trastornos graves como trastorno límite de la personalidad en el cual se presentan auto lesiones, impulsividad o intentos de suicidio, la bipolaridad en la que los estados depresivos y de euforia son mucho más duraderos por ejemplo por meses.
Para colaborar con la psicoterapia y el tratamiento farmacológico, es necesario que el paciente se encuentre en cierta disposición, pues en ocasiones el cuadro depresivo severo requiere hospitalización pues los antidepresivos tardan de tres a cuatro semanas para tener un efecto pleno en el sistema nervioso central.
En conjunto con las terapias se recetan fármacos que pueden ser antidepresivos, ansiolíticos y antipsicóticos que les dan estabilidad emocional y difuminan las necesidades impulsivas y depresivas, es importante que loa pacientes no se automediquen o traten de cambiar los fármacos, pues las dosis y los medicamentos son personalizados.
En México la adicción más fuerte es el alcoholismo, en segundo lugar se encuentra el tabaquismo y en tercer lugar la marihuana, muchas veces se olvida que las adicciones son una enfermedad y requieren atención de un especialista como cualquier otra y estar atentos de las recaídas.
El Instituto Nacional de Psiquiatría cuenta con un área de atención a adicciones, el Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro y los Centros de Integración Juvenil son la opción para tratamiento en niños desde tres años de edad.