La Asociación Española de Pediatría (AEP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y la Sociedad Española de Pediatría Hospitalaria (SEPHO) han emitido un comunicado conjunto en el que señalan que desde hace…
La Asociación Española de Pediatría (AEP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y la Sociedad Española de Pediatría Hospitalaria (SEPHO) han emitido un comunicado conjunto en el que señalan que desde hace años los profesionales están planteando propuestas de mejora para el sistema sanitario que en la mayor parte de los casos no han sido tenidas en cuenta por las autoridades. Sin embargo, en diferentes comunidades autónomas, y recientemente en la Comunidad de Madrid, se están proponiendo medidas de privatización de la Sanidad pública y nuevos modelos organizativos que, en su opinión, 'no han demostrado su eficacia; ni su menor coste económico; no responden a las necesidades de salud de la población y parecen responder no tanto a necesidades económicas como a planteamientos políticos; y la fragmentación en centros de salud gestionados por distintas entidades romperá la igualdad en la AP, uno de los grandes logros del actual sistema'.
Tal y como señalan los pediatras en este escrito, 'la privatización del actual sistema, la salud trasformada en negocio sólo beneficiará a los dueños del negocio y perjudicará claramente a la población'. El objetivo, -apuntan-, ha de ser la mejora de la salud, 'no el enriquecimiento de unos pocos, y las autoridades sanitarias serán responsables de las consecuencias de los cambios en el actual modelo: disminuirá la calidad de la atención sanitaria; aumentará la morbilidad; aumentarán los ingresos hospitalarios; aumentará la mortalidad infantil y el gasto sanitario'.
El Real Decreto 137/1984 sobre estructuras básicas de salud y la Ley General de Sanidad de 1986 consolidaron el 'nuevo modelo de la Atención Primaria' en el que se incorporaron a la AP un gran número de pediatras cualificados, formados a través del sistema MIR, lo que condicionó una atención a la infancia renovada que permitió el manejo de patologías que hasta entonces eran atendidas en el ámbito hospitalario y ampliar la oferta de servicios en el primer nivel de atención. La universalidad, la gratuidad, la accesibilidad, la equidad y la continuidad en los cuidados unido a la cercanía geográfica de los centros de salud a los domicilios de los pacientes caracterizan esta etapa valorada muy positivamente por la población como se desprende del informe del Barómetro sanitario 2011, explican en este documento.
La Pediatría de AP, -señalan los profesionales-, 'proporciona una asistencia sanitaria eficiente, próxima a los niños y sus familias, teniendo en cuenta las características de su entorno, partiendo de una visión global de la medicina en la que el objeto fundamental no es la enfermedad sino la población infantil en todas sus etapas. A las consultas de Pediatría acude más del 90 por ciento de la población infantil. Este modelo de atención ha contribuido decisivamente a la mejora del estado de salud de la población infantil, todo ello se ha obtenido mediante este modelo de salud pública con un gasto sanitario por debajo de la media europea'.
Es necesario un cambio de paradigma de la gestión de enfermedades a la gestión de la salud focalizándose fundamentalmente en la Atención Primaria teniendo en cuenta que el pilar fundamental para lograr el buen funcionamiento del sistema de salud son los profesionales asistenciales, sin su concurso no hubiera sido posible conseguir el nivel de calidad actual del sistema de salud, apuntan en el comunicado.
Asimismo, 'se precisa mejorar la gestión, utilizar adecuadamente los recursos pero el actual modelo es posible y sostenible. Ha de buscarse la gestión más eficiente con la colaboración de los profesionales implicados y la participación de los ciudadanos y mantener el servicio público de salud y el actual modelo que asegure el derecho de todas las familias a que todos los niños tengan asignado un pediatra de cabecera', concluyen.