La Fundación Galatea ha presentado los resultados de su último estudio sobre 'La salud, los estilos de vida y las condiciones de trabajo de los pediatras en España'. El trabajo recoge las condiciones socio-profesionales de los pediatras y los resultados indican que los especialistas de AP son los que mayor riesgo de desgaste sufren. El estudio, elaborado con el asesoramiento y apoyo de la Sociedad Catalana de Pediatría, muestra los resultados de una encuesta realizada a 1.028 pediatras que ejercen la Medicina clínica en España, tanto del sector público como privado.
En este contexto, los pediatras han manifestado su descontento ante la falta de coordinación entre los profesionales implicados en la salud de la población infantil. Asimismo, el informe presenta los resultados de la encuesta agrupados en ocho apartados: características sociodemográficas de los pediatras; estructura familiar y trabajo doméstico; situación laboral y ejercicio profesional; estilos y hábitos de vida relacionados con la salud; estado de salud; uso de servicios sanitarios, medicación y prácticas preventivas y valoración del ejercicio profesional y la relación con los pacientes.
Lucía Baranda, Anna Mitjans y Antoni Arteman, autores del estudio destacan que 'el colectivo estudiado, representativo del conjunto de pediatras españoles, está muy feminizado y presenta diferencias importantes de edad entre hombres y mujeres, las cuales son más jóvenes'. Tanto su estructura demográfica como sus condiciones de trabajo se interrelacionan y condicionan sus hábitos de vida y su estado de salud, así como sus opiniones sobre diversos aspectos del ejercicio profesional.
Paralelamente el Dr. Manel Enrubia, presidente de la Sección de Atención Primaria de la Sociedad Catalana de Pediatría, ha desarrollado una lista de ideas y propuestas para mejorar la salud y las condiciones de trabajo de los pediatras de AP.
Así, el estudio demuestra que es necesario que las autoridades sanitarias cuenten con los pediatras de AP en cuanto a la toma de decisiones en el campo de la atención pediátrica. 'Somos los médicos que mejor conocemos la realidad de la población infanto-juvenil', subraya el Dr. Enrubia. Es bueno que los pediatras de AP puedan ocupar puestos de mando en base a su experiencia y conocimiento de la atención a la población infanto- juvenil.
Además, el especialista resalta que se deben tomar medidas que permitan la conciliación familiar. Tanto por lo que afecta a las pediatras de AP como a sus pacientes.
Y una propuesta importante es que es necesario implantar el Plan Estratégico de ordenación de la atención de Pediatría en la Atención Primaria, creando equipos de Pediatría de AP liderados por pediatras de AP, que les permita tomar responsabilidades para mejorar la atención a la población infanto juvenil asumiendo riesgos y, por otra parte, mejorar los preocupantes indicadores de riesgo psicosocial que presentan las pediatras de AP.