Tras meses de incertidumbre y de debates sobre la política de pactos, finalmente ayer el líder del Partido Socialista, Pedro Sánchez, logró ser
reelegido presidente del Gobierno de España con 179 votos a favor, lo que le ha permitido obtener su cargo por mayoría absoluta. Estos fueron los 121 diputados de su partido, los 31 de Sumar, los siete de ERC, los siente de Junts, los seis de Bildu, los cinco del PNV, el del BNG, y el último escaño de Coalición Canaria. Sin ninguna abstención en contra solo quedaron los 171 noes del Partido Popular, Vox y UPN.
De esta forma, en la mañana del viernes
el nuevo presidente ha jurado cargo ante el Rey de España, Felipe VI, en el Salón de Audiencias en el Palacio de la Zarzuela. El acto contó con la presencia de la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol; del presidente del Senado, Pedro Rollán; del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido; del presidente del Consejo General del Poder Judicial por suplencia, Vicente Guilarte; y de la ministra de Justicia en funciones, Pilar Llop.
Tras este acto de toma de posesión
se espera que el presidente dé a conocer próximamente los integrantes de su nuevo gabinete, aunque aun no se conoce la fecha exacta en la que se hará el anuncio. Si bien se espera que algunos cargos del anterior gobierno continúen, también se esperan múltiples renovaciones.
Las promesas electorales de Sánchez en materia de Sanidad
Precisamente, durante la jornada de investidura Pedro Sánchez hacía alusión a sus promesas electorales en materia de Sanidad. Destacaba su compromiso a desarrollar durante la próxima legislatura un “
gran pacto de Estado por la Salud Mental” para que no “no haya un solo ciudadano que necesite ayuda psicológica y no pueda tenerla”. Asimismo, hacía especial hincapié en la necesidad de
reforzar la Atención Primaria. Asimismo, se planteaba un “
plan de listas de espera”, al que se podrán acoger las Comunidades Autónomas, que son las que tienen esta competencia. El objetivo inicial pasaba por establecer unos tiempos máximos de espera en el SNS de 120 días para intervenciones quirúrgicas, 60 días para consultas externas especializadas, y 30 días para pruebas complementarias, con independencia del lugar de residencia del ciudadano/a.
Otras cuestiones recogidas en el programa del PSOE en materia de Sanidad pasaban por ampliar la
cobertura de salud bucodental y visual; regular el uso de los vapeadores y productos dulcificados derivados del tabaco y avanzar hacia la promoción de
espacios libres de humo; hacer un
estudio de necesidades de personal sanitario que permita diseñar un incremento de hasta un 15 por ciento de las plazas ofertadas en el grado de Medicina; integrar en el sistema sanitario una atención óptima en la atención de las
enfermedades raras en España; impulsar en el Congreso de los Diputados una
Ley de donantes vivos; y en líneas generales trabajar por el refuerzo del Sistema Nacional de Salud universal y social.
Modelo MIR y pactos de investidura
Uno de los temas candentes en materia sanitaria de esta investidura ha sido la
aparición del modelo MIR en los pactos de investidura de Pedro Sánchez con algunos partidos. En concreto, todo surgía a raíz del
acuerdo de investidura alcanzado entre el PSOE y el BNG, donde se abre la posibilidad de renegociar la transferencia de la gestión del MIR a Galicia. Sin embargo, posteriormente se ha vislumbrado la posibilidad de que ocurra lo mismo en el caso de Cataluña y País Vasco, donde ERC y EH Bildu han luchado históricamente por arrebatar esta competencia al Ministerio de Sanidad.
Ante esta noticia, eran múltiples las instituciones de la
profesión médica que se mostraban radicalmente en contra, entre otras FACME, CESM y el propio Foro de la Profesión Médica, además de algunas sociedades médicas por su cuenta.
Entre otras cuestiones, los médicos exponen que la descentralización del MIR podría generar desigualdades en la formación especializada y una falta de cohesión en los estándares de calidad a lo largo del país. Asimismo, una transferencia competencial del sistema MIR supondría organizar un examen MIR en cada comunidad autónoma, con los costes asociados al mismo, por lo que sería una decisión altamente ineficiente.