Una
apuesta por un cambio de modelo, no de sistema. Esa es la premisa compartida por los participantes en la mesa sobre el presente y el futuro de la especialidad en Medicina Familiar y Comunitaria celebrada durante el congreso de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG), clausurado el pasado sábado en Granada. “Tenemos un modelo que ha sido eficiente, del que podemos extraer muchas cosas buenas, pero con el tiempo todo se agota y hay que adaptarse. El modelo del NHS británico ha sufrido 19 modificaciones, el nuestro ninguna. Ya nos toca”, explica Pilar Rodríguez Ledo, vicepresidenta de la SEMG, y moderadora de la sesión.
Según la doctora Rodríguez Ledo, “una parte importante y el mayor beneficio del sistema MIR es homogeneizar el acceso y la distribución. Lo que ocurre es que
el sistema MIR tienen más de 35 años de recorrido, donde se han producido modificaciones muy leves, pero el marco del sistema se ha mantenido igual. Sin perder la perspectiva de la igualdad de acceso, es necesario adaptarse a los nuevos tiempos”. Así, afirma tener claro que es una prueba distributiva, que responde a las necesidades de recursos humanos del sistema en las distintas especialidades, pero no indica quiénes van a ser mejores médicos. “Necesitamos recursos humanos, bien compensados en sus puestos de trabajo y que mantengan vocación, ilusión y la idea de preservar la actitud de un médico, algo que no garantiza la prueba. No podemos permitirnos el lujo de dejar fuera a más de 1.000 personas que al final van a ser contratadas fuera del marco legal. ¿No sería mejor garantizar su acceso dando la formación adecuada? Es un juego que echas a una sola carta y todos tenemos días malos. Hace falta, por tanto, más flexibilidad”.
Flexibilidad de otros sistemas europeos
De hecho, para la vicepresidenta de la SEMG, la flexibilidad que muestran otros sistemas europeos son el camino a seguir. “Tenemos que generar un sistema flexible y adaptable. Un residente que no esté satisfecho con su residencia, cosa compresible porque se elige algo que no se conoce, debería contar con pasarelas que no hagan perder el tiempo de formación adquirida sin perder la garantía de una formación total. Hay que garantizar la homogeneidad sin perder la flexibilidad”, resume.
Para el doctor Francisco José Sáez Martínez, médico de Familia y responsable Grupo Gestión Clínica SEMG, el principal problema es que, en España, al existir un compromiso del estado con un sistema sanitario público, a diferencia de otros territorios como Gran Bretaña, la remuneración y el pago a los facultativos y a otros profesionales ha perdido la referencia. “Eso hace que
el sistema español sea el más rentable económicamente de toda Europa, porque el salario que cobran los profesionales sanitarios es muy bajo”. Además, “mis compañeros que trabajan en sistemas privados tienen una situación penosa, donde no pueden pelear por la mejora de sus salarios, y cobran siete euros por una consulta, que si en el mes hay una segunda consulta son cuatro euros y si hay una tercera es gratuita. Todo esto provoca una huida de los facultativos a otros países de la Unión Europea”.
La experiencia del SAS
El gerente del Servicio Andaluz de Salud, Diego Vargas, hizo una exposición de los avances realizados en materia de personal y consolidación de estabilidad profesional en la que explicó que actualmente más del 70 % de los eventuales están en plaza en propiedad y se ha planeado lograr, como exige la Unión europea, que supere el 90 %. “Evidentemente, nos queda camino por recorrer para mejorar las condiciones laborales con una mejora de la continuidad asistencial”, afirmó. Asimismo, recordó que el reciente acuerdo con los sindicatos presentes en la mesa sectorial del Servicio andaluz de Salud ha limitado a 35 citas al día, 25 en Pediatría, otorgando más autogestión en la consulta para la administración de estas. Andalucía es la comunidad que más invierte en Atención Primaria atendiendo al porcentaje del PIB destinado a Sanidad.
Respecto a la dualidad entre un cambio de modelo o de sistema con relación al MIR, Vargas resumía afirmando que “tengo claro cuál es el modelo que quiero, una Sanidad pública y universal con las mejores condiciones que el sistema se pueda permitir”.
Casos de Alemania y Luxemburgo
La mesa redonda contó con la participación de Alejandro Barros González, presidente de la Asociación Médicos Españoles en Europa y que ejerce en Alemania, y Álvaro Bravo Pascual, también miembro de esta asociación y que ejerce en Luxemburgo. Entre los dos, desgranaron algunas claves sobre la especialidad, el ejercicio en ambos países y especialmente la características de sus sistemas.
Para Barros, las virtudes del sistema alemán se basan en la flexibilidad, que propicia la previsión y la posibilidad de planificar. Su exposición abordó la formación extra que reciben los clínicos cofinanciada por los hospitales, las ayudas al libre desempeño de la actividad médica, con más autonomía laboral y autoempleo, y la posibilidad de reducción o ajuste de la jornada laboral con facilidad para el doble empleo. Según expuso, las garantías laborales son amplias y la remuneración económica es justa para todos los profesionales sanitarios, donde tiene un gran peso la labor de los sindicatos médicos. Las cifras compartidas por Barros indican que los médicos pueden cobrar mensualmente mínimo entre 4.694 euros el residente, los 6.196 del especialista y los 9.782, de un jefe de servicio, en función de las distintas labores desempeñadas y sus niveles.
El doctor Bravo Pascual explicó que Luxemburgo tiene un sistema sanitario público en el que todo el sistema funciona por gestión privada. “Existe el copago que ronda en un 20 % en hospitalizaciones y medicamentos. En el país, de pequeñas dimensiones, hay un solo hospital público. Los clínicos ejercen en su inmensa mayoría como autónomos, facturando a sus centros de trabajo y obteniendo un salario de entre 10.000 y 15.000 euros al mes”, explicó. Los precios por consulta están establecidos por el sistema sanitario y en el caso de medicina de familia y Pediatría alcanzan los 56,30 euros por consulta.