“Los problemas más importantes de Atención Primaria (AP) pasan por una escasa disponibilidad de profesionales médicos para dar respuesta al modelo organizativo actual”, reconoce Julia Quevedo Rivera, directora asistencial médico en la Dirección Asistencial Este de la Gerencia Asistencial de Atención Primaria de Madrid, a la revista
EL MÉDICO. A pesar de ello, considera que la asistencia está garantizada también en los periodos vacacionales. “Son tiempos de ajuste de plantillas y reorganización asistencial en función de la menor demanda de la población”, sentencia la vocal de comunicación de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (
SEDAP) por Madrid.
¿Cuáles son los problemas asistenciales más acuciantes en AP según la SEDAP? ¿Tienen los mismos en la Comunidad de Madrid y en el resto de las CC. AA.?
Los problemas más importantes de Atención Primaria en el momento actual pasan por una escasa disponibilidad de profesionales médicos para dar respuesta al modelo organizativo actual de Atención Primaria, no contamos con suficientes recursos para dar respuesta al recambio generacional que ya nos está afectando. Pero siendo el de los recursos humanos y el de profesional médico un problema sobre el que todo se articula, no podemos perder el foco de la otra situación que produce el agotamiento de las plantillas como es la demanda social elevada. Si se desarrollara el rol de otras categorías profesionales que forman parte del centro de salud aliviaría esta sensación de carga. Por eso, es necesario la optimización y buen uso de los mismos recursos, la potenciación de la educación sanitaria y el autocuidado. En cuanto a los problemas sanitarios, la situación de la Comunidad de Madrid es la misma que en otras comunidades autónomas.
¿La falta de médicos y enfermeras puede empeorar la situación con la llegada del verano?
Las fechas vacacionales son periodos de ajuste de plantillas y reorganización asistencial en función también de la menor demanda de la población. Hay puntos asistenciales rurales que en verano deben agruparse por eficiencia, el resto de puntos asistenciales no corren peligro, tendremos centros reorganizados. La población también en estos meses tendrá los recursos sanitarios a su alcance.
¿Estos problemas acuciantes son recurrentes o han aparecido nuevos después de la pandemia COVID-19?
La COVID no ha hecho más que destapar un momento preocupante de atención, con debilidades del sistema público en los sectores básicos de salud pública y Atención Primaria, la inversión en la prevención y promoción de la salud se ha puesto de manifiesto a lo grande. Pero lo que ha hecho la COVID, sobre todo, es hacer que trabajemos al unísono y en equipo para vencer un mal común y esto ha sido bueno porque hemos parado y reflexionado y dicho en voz muy alta qué es lo que necesitamos.
¿Y cuáles son las dificultades organizativas más preocupantes en AP? ¿La excesiva burocracia?
La organización de la atención no puede recaer solo en el médico de forma automática; hay un camino intermedio antes de llegar al consultor final y esa forma de gestionar la demanda ha de estar implícita en todos, partiendo del mismo ciudadano que debe conocer y tener la información adecuada de los recursos con los que cuenta, así como hacer una buena utilización de estos. Además, el resto de profesionales de las distintas áreas de salud deberán de gestionar la demanda que les corresponde. En definitiva, más trabajo en equipo. El papel de fortalecimiento de las unidades de atención al usuario debe de ser reconocido como verdaderos gestores y darles la importancia que merecen.
¿Qué haría falta en la AP? ¿Más dinero? ¿Puede comentar qué aspectos habría que trabajar para mejorar?
El dinero es una parte muy importante en todo el proceso de atención, claro que sí; dinero para recursos humanos futuros y presentes, porque hay que mantener los que tenemos. Es clave cuidar al sanitario en su desarrollo profesional, formación, docencia, publicaciones., congresos de actualización. Todo ello contando con la facilidad de acceso para nuevas tecnologías y la cobertura de recursos ausentes. Todos citan “implicar a los profesionales de AP” para que funcione mejor, pero ¿cómo conseguirlo? Implicar a todos los profesionales es que cada profesional, que forma parte de equipo multiprofesional, se responsabilice en las demandas de nuestros ciudadanos; demandas que deben ser gestionadas entre todos. Desde las administraciones debemos cuidar al profesional trabajando para evitar la sobrecarga asistencial,
gestionar las agendas, el tiempo medio de consulta, su periodo de descanso, los horarios conciliadores de la vida familiar. Se debe conseguir atender al ciudadano analizando sus demandas de forma que sean solucionadas por el profesional que mejor pueda dar respuesta. Se precisa una adecuada dimensión de plazas, cupos y agendas. Los equipos están conformados por médicos, pediatras, enfermeros, auxiliares administrativos, auxiliares de clínica, matrona, odontólogos, fisioterapeutas, trabajadores sociales. Por ello, es preciso también medir la satisfacción de profesionales y pacientes y resultados en salud.
¿Por qué es tan poco atractiva la especialidad de AP para las nuevas hornadas de médicos?
Las nuevas hornadas de médicos son parte de una sociedad actual donde se prioriza la calidad de vida y el estatus de bienestar. Los mensajes de una Atención Primaria saturada y con consultas interminables no hacen atractivo de entrada el verdadero objetivo y misión de la Atención Primaria. Actualmente lo que se transmite sobre este nivel asistencial es un mensaje de queja que no nos beneficia. Como profesionales con altas expectativas, muchas y variadas ofertas de trabajo, los jóvenes eligen especialidades menos holísticas y más específicas y relacionadas con el cuidado del cuerpo y la estética. Estamos en el momento de recuperar a todos estos profesionales para Atención Primaria; ya se nota un cambio en las últimas promociones de residentes con una intencionalidad clara de quedarse en primaria y esto es fruto de las mejoras y el impulso relanzado desde todos los niveles de la jerarquía.
Hay manifestaciones de los médicos de AP en muchas comunidades. ¿Los problemas a los que se enfrentan los médicos de AP son solo por cuestiones económicas?
Los problemas no son solo económicos, sino que están relacionados con la calidad-precio. Es la comparación con otros niveles asistenciales donde el sueldo medio es mayor y el esfuerzo puede parecer menor, con agendas menos saturadas, trabajo más independiente y no tan ligado a los pacientes. Y es que, de alguna manera, el trabajo con el paciente de forma particular parece que nos pertenece a los médicos de AP, mientras que por otros niveles asistenciales pasan casi de puntillas. Esto hace que los verdaderos aglutinadores de toda la información del paciente sea la primaria, por lo que el paciente nos sigue a nosotros y esto es la esencia de la Atención Primaria. Sin embargo, el nivel de accesibilidad y confianza genera en gran medida sobrecarga que, en ocasiones, no está bien remunerada. Por esto, es necesario el fortalecimiento del rol de los profesionales sanitarios y su liderazgo, maximizando sus competencias o incluso incorporando otros roles profesionales. Asimismo, se precisa una mejora de los procesos de atención a los usuarios optimizando los procesos internos (circuitos de comunicación, protocolos, guías). Y la incorporación de las herramientas tecnológicas, para mejorar la accesibilidad, telemedicina. Todo esto sin olvidar la optimización de la coordinación entre niveles asistenciales, adecuación de recursos humanos, materiales e infraestructuras.
¿Y la potenciación del liderazgo?
Potenciación del liderazgo y autonomía de gestión de los profesionales como elementos motivadores y de trasformación de la gestión en AP. Además, hay que Innovar con fórmulas distintas de relación laboral con los médicos, con garantías de itinerarios profesionales que puedan concordar con los intereses y proyecciones individuales, investigación, competencias. Nada sustancial ha cambiado en las políticas de recursos humanos con respecto a hace cuarenta años y el mundo ha cambiado mucho y los médicos jóvenes con él.
¿Qué papel juega en este sentido la SEDAP? ¿Qué demandan los directivos de AP que son quienes la gestionan a pie de consulta?
Somos una sociedad científica independiente sin ánimo de lucro, que tenemos como objetivo poner en valor la Atención Primaria y Comunitaria, prestigiarla desde la gestión sanitaria. Los directivos somos mediadores de las políticas sanitarias teniendo la misión de poner en marcha las mismas, recogiendo el punto de vista de los profesionales sanitarios y también canalizando sus aportaciones para la mejora en la atención del ciudadano. La coordinación entre los miembros de las diferentes comunidades autónomas nos pone en una posición de conocimiento de experiencias de gestión, participación, formación, investigación, evaluación o mejora de atención sanitaria y cuidados que se realizan en diferentes comunidades autónomas. Necesitamos estar conectados y unificar buenas prácticas.
Usted es vocal de comunicación de la SEDAP. ¿Cree que se explica bien el trabajo que realizan tanto los directivos como la asociación?
Nosotros somos parte de una nueva Junta Directiva que estamos tratando de ser más visibles para la Atención Primaria y para sus profesionales, porque sabemos que somos un interlocutor válido y útil para ellos. Debemos apostar por más formación, más facilidad a la hora de llegar a los profesionales y a los equipos directivos de los centros de salud.
Con una población cada vez más envejecida, ¿cuál es el reto de la AP?
Nuestro reto es la cronicidad, la fragilidad y la pluripatología; por eso apostamos por que se destinen más recursos eficientes en este importante grupo de población. Por otro lado, el papel de enfermería es crucial para el control del paciente crónico, y esta es la apuesta de Atención Primaria, fomento y trabajo de continuidad asistencial
La nada fluida relación AP-hospital es una queja sempiterna. ¿Es una relación mal diseñada o peor ejecutada?
La continuidad asistencial es la llave del adecuado control y seguimiento de los pacientes que pasan de un ámbito a otro con rapidez. Lo que hemos de asegurar es que los pacientes dependientes reciban la atención que precisan por parte de los profesionales adecuados para esta tarea tan fundamental.
Durante la pandemia la asistencia telefónica fue pura necesidad, ¿sigue siéndolo?, ¿es una solución para agilizar las consultas, por ejemplo, en verano?
La consulta telefónica fue una necesidad imperiosa y sigue aportando mucho valor a la resolución de problemas puntuales diarios, pero no disminuye la carga asistencial. Es más, en periodo postpandemia, no son justificadas tantas consultas telefónicas a demanda. Sin embargo, si las consultas telefónicas son programadas pueden ser positivas para la gestión del propio profesional; la video-consulta es también un recurso que ya está implantado y debe ser potenciado.
¿Las Administraciones cuentan con SEDAP y sus directivos para poner en marcha ideas innovadoras en aras a una AP más fuerte y competitiva?
SEDAP no es, por desgracia, suficiente para implantar nada, pero sí para constituir una corriente y compartir experiencias innovadoras que puedan estar al alcance de todos y que pueden ser útiles para implantar modelos de éxito en distintos entornos sanitarios.
¿Sin una AP fuerte, sin suficientes profesionales o poco estables, es sostenible el sistema sanitario público actual: universal, gratuito y de calidad?
Claramente no, se precisan políticas de recursos humanos que aseguren la estabilidad, optimización de recursos, demandas de población ajustadas a necesidad y autorresponsabilidad por parte de los ciudadanos en el uso de los sistemas sanitarios.
La educación sanitaria, el trabajo hacia la comunidad, mensajes claros de uso de recursos a la población. Es un trabajo que es necesario para poder tener una mejora de la situación a largo plazo. Todos los que formamos parte de Atención Primaria debemos trabajar para no generar mensaje de negatividad y sí de impulso, todos somos parte del cambio. Vivimos en la sociedad de la inmediatez, y esa impaciencia colectiva lleva a crear frustración para el profesional sanitario, porque es inabordable disponer de un recurso permanente para resolver cuestiones que podrían esperar, pero que el usuario defiende como de resolución inmediata, esto produce fatiga y conflicto. Por ello el trabajo de educación a la población es nuestro reto.