¿Por qué otra huelga médica?

Además del preocupante problema de la sobrecarga laboral y el asunto de la exclusividad, uno de los aspectos fundamentales y que está ocupando titulares de prensa son las retribuciones de los médicos. Mucha gente puede pensar que, en el complicado contexto económico actual, reclamar un aumento salarial es un ejercicio de egoísmo y de falta de solidaridad; de hecho, desde algunos estamentos interesados es la imagen que se quiere transmitir, pero los médicos solo pretendemos que se corrija por fin la injusta desproporción salarial entre los distintos estamentos sanitarios de Navarra y que se cumplan los compromisos firmados por el Gobierno de Navarra al final de la huelga de 2019. La pretensión del Sindicato Médico no es otra que el sueldo de los médicos en Navarra deje de ser unos de los más bajos del Estado Español y se equipare al de las comunidades con un nivel de vida similar, por ejemplo, Euskadi, al igual que el resto de estamentos sanitarios en Navarra que, por el contrario, sí que están entre los mejor pagados del país. Invitamos a realizar una sencilla búsqueda en Google con los términos “sueldo médico País Vasco y Navarra” y compararlo buscando el resto de profesionales (enfermería, auxiliar, celador). Se podrá comprobar que, mientras el sueldo de un médico en Navarra puede ser unos 1000 euros más bajo que en del País Vasco, en los otros estamentos la diferencia es mucho menor y en algunos casos el sueldo puede incluso ser superior. ¿Y cómo se ha podido llegar a esta situación? En Navarra, a diferencia de otras comunidades, las retribuciones del Departamento de Salud dependen de Función Pública, y se deciden en Mesa General, donde los sindicatos profesionales como el Sindicato Médico no tienen participación, y esto ha llevado en los últimos años a una serie de decisiones que han discriminado de forma muy grave a la clase médica. En primer lugar, cuando se implantó la carrera profesional para los médicos, a otros estamentos se les compensó con una subida que luego no se dio a los médicos cuando se concedió la carrera profesional a otros colectivos. Después, con el particular reparto asimétrico de los recortes que se hizo en Navarra en 2010, se rebajó el mayor porcentaje a los médicos (7 %), mientras que a otros niveles se les rebajó solo el 1 % o el 0,2 %, pero al hacer en 2017 una subida lineal para todos del 5 %, se consiguió que los médicos todavía recuperásemos nuestro nivel salarial previo, mientras que a otros niveles se les ha subido el sueldo casi un 5 % sin apenas haber sufrido recortes durante los años de crisis. Posteriormente, al realizar el reparto de los fondos adicionales por cumplir el objetivo de déficit, en vez de utilizar una parte para subsanar la pérdida de poder adquisitivo que todavía sufrimos los médicos, tal como proponía el Sindicato Médico, estos fondos se destinaron en su totalidad para retribuciones a los niveles D y E, incluyendo el ascenso de todos los trabajadores del nivel E al nivel D. Estos son, entre otros, los motivos que nos han llevado a esta situación de discriminación, que ya fue reconocida por el actual Gobierno Foral en 2019, y que quedó reflejada en el documento final donde se comprometió a la equiparación salarial de los médicos de Navarra con las retribuciones de las mejores comunidades vecinas en un plazo máximo de 6 meses. Han pasado más de 3 años y en los últimos presupuestos recién aprobados no se ha contemplado ninguna partida para este apartado; por eso nos hemos visto obligados a realizar ahora la huelga, antes de que termine el mandato de este Gobierno que firmó el compromiso. Por tanto, si alguien nos quiere seguir acusando de privilegiados o chantajistas, que nos explique en primer lugar por qué los médicos en Navarra tenemos que seguir cobrando bastante menos que nuestros colegas de las comunidades vecinas, mientras que el resto de empleados sanitarios sí que tienen unos sueldos similares a los de las comunidades más favorecidas. Mientras no se corrija esta desigualdad será difícil que Navarra sea una comunidad competitiva y atractiva y se favorecerá la falta de médicos que repercute tanto en la peor atención a los pacientes, como en la sobrecarga laboral de los médicos que seguimos trabajando en nuestra comunidad.